Un estudiante de la Universidad del Rosario se convirtió en la primera persona no binaria en recibir el título de ‘abogade’. Se trata de Alelí Chaparra, quien este jueves consiguió su reconocimiento como profesional en derecho.
Según el estudiante, en los últimos años se ha evidenciado un “avance significativo” respecto al reconocimiento nominal de las identidades de otras personas que no se enmarcan como hombre o mujer en la universidad.
“Más que un logro personal, es un avance para todas las personas no binarias que están en la universidad y demás instituciones de educación superior. El diploma o título profesional representa esfuerzo, orgullo y lo más importante, identidad, por lo tanto, valorar esto es primordial”, destacó Chaparro.
Hace un año, la Corte Constitucional ordenó incluir la categoría no binario entre “los marcadores de sexo en el esquema de identificación ciudadana” a través de la sentencia T-033 de 2022.
El alto tribunal tomó la decisión luego de estudiar la demanda de una persona que no se reconoce en las categorías tradicionales de “hombre” y “mujer”. Según el tribunal, se le vulneraron sus derechos a la dignidad humana, a la personalidad jurídica, al libre desarrollo de la personalidad y a la libertad de conciencia, al negar tanto el cambio de nombre como la modificación de los documentos de identidad con una denominación con la que se sintiera identificado.
En esa línea, desde hace dos años, la Universidad del Rosario comenzó un proceso para formalizar títulos no binarios. Según el centro académico, “hablar del reconocimiento de la identidad de género implica garantizar en todos los espacios de la vida cotidiana lo que muchas personas dan por sentado”, explicó Flora Rodríguez, coordinadora del Centro Rosarista de Diversidad, Equidad e Inclusión.
Sin embargo, el hecho generó críticas, como es el caso de la exsenadora uribista María del Rosario Guerra, quien calificó de vergonzoso el título de ‘abogade’ para esta persona no binaria.
“Vergonzoso que la @URosario se preste a esto y haga ec de los que promueven ‘lenguajes inclusivos’ y la ideología de género, desvirtuando la esencia de la formación. Pésimo ejemplo. Qué opina el colegio de abogados (sic)?”, dijo Guerra, quien justamente fue decana de la facultad de Economía de esa universidad entre 1997 y 1998 y luego fue vicerrectora entre 1998 y 2002.
