La Fiscalía General de la Nación presentó ante un Juez a César Augusto Ceballos Giraldo, exdirector de la cárcel La Picota de Bogotá, como uno de los presuntos responsables de realizar diferentes maniobras para beneficiar a un condenado por tráfico de estupefacientes.
En marzo de 2015, la Corte Suprema de Justicia, condenó a 16 años de prisión a un hombre que fue capturado en flagrancia con 300 kilogramos de cocaína y se dispuso que debía permanecer en el establecimiento carcelario de Villavicencio (Meta)
El 31 de julio de 2015, César Ceballos, quien en ese entonces era el director de la cárcel La Picota, permitió que el sentenciado ingresara de manera irregular al centro penitenciario con solo presentarse de forma voluntaria, ni siquiera hubo forma de que se mediara un traslado oficial del Inpec, además la boleta de detención con la que lo ingresaron era falsa y desconocía totalmente lo que se había establecido en el fallo de la corte.
En este caso también se ven involucrados el abogado Germán Eduardo Cifuentes Rodríguez, quien le ofreció al condenado sus servicios para contactar funcionarios que le permitieran establecer una prisión domiciliaria, rebajas en la pena y hasta permisos de trabajo.
Por otro lado, el investigador privado Jorge Efredy Monroy Ávila se encargó de recolectar entrevistas y material fotográfico que permitieran acreditar que el narcotraficante era el único responsable del cuidado de sus hijos menores de edad, ya que su esposa había desaparecido, cosa que era completamente falsa, así fue como el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) lo reconoció como padre cabeza de hogar.
El material de prueba indica que por todos estos “favores” el sentenciado pagó un total de 250 millones de pesos al abogado Cifuentes Rodríguez, quien fue el encargado de ofrecer una parte del pago a varios funcionarios que intervinieron en la aprobación de los beneficios autorizados al narcotraficante.