El cuerpo del capitán Jeréz Ochoa arribó a Bucaramanga, en donde se le dará el último adiós tras fallecer junto a otras tres personas en un accidente aéreo en Chocó.
El féretro fue recibido con honores por miembros de la Segunda División del Ejército Nacional, en Bucaramanga, en medio de la tristeza de sus allegados y compañeros.
“Su valentía será recordada por siempre”, indicaron en un mensaje.
El piloto del Ejército Nacional nació el 18 de mayo de 1990 en el municipio de San Andrés, Santander. Tenía 13 años de servicio tras ingresar a la Escuela militar en enero de 2009. Ascendió a subteniente en diciembre de 2011.
En la actualidad era del Arma de Aviación, piloto de ala rotatoria, profesional en ciencias militares, administrador logístico y especialista en ciencias militares para el planeamiento.
“Este uniformado se desempeñaba como piloto de helicóptero UH-1N BELL212 y con entrenamiento especializado en Estados Unidos para esta clase de aeronaves”, se señaló en un comunicado del Ejército.
El joven santandereano, según expertos en aviación, evitó una tragedia mayor el pasado domingo 19 de marzo al buscar una zona despejada y evitar que el helicóptero de placas EJC 4227, que adelantaba labores de abastecimiento, cayera sobre las casas del barrio Niño Jesús, en Quibdó.
Videos han mostrado como la aeronave zigzaguea y se precipita a tierra. Llevaban alimentos para los soldados de la Fuerza de Tarea Conjunta que cumplen misiones en Baudó.
Las víctimas, además del santandereano, fueron la teniente Julieth García, que era la primera mujer piloto del Ejército, y los sargentos Johan Orozco, y Rubén Leguizamón.