Los indignados defensores de los bienes materiales e inmateriales de Barichara, Santa Cruz de Mompox, Villa de Leyva y Cartagena, denuncian en el documento la falta de actuación de parte de organismos como la Dirección de Patrimonio y el mismo ministerio ante las anomalías que se presentan a nivel local.
María del Pilar Aparicio, veedora firmante y residente en Barichara, denunció justamente que gracias a la gestión de Alberto Escovar – ex director de Patrimonio Nacional- ante el Consejo Nacional de Cultura se aprobó cambiar el nivel de protección de la Plazoleta Santa Bárbara de Barichara de 2 a 3 y gracias a eso un privado construyó una vivienda con parqueadero que no tiene acceso a la vía, lo que dio paso a usar la zona de protección de la plazoleta como carreteable y parqueadero.
A eso se suman otras inconsistencias como el inadecuado manejo del espacio público con vendedores ambulantes y carros parqueados por todas partes, denuncia que fue interpuesta ante el despacho nacional y que terminó en un oficio a la alcaldía. El problema es que no pasó nada y todo sigue igual, sentenció Aparicio.
La veedora recordó el descuido de los caminos ancestrales que vienen siendo intervenidos de forma irregular por particulares ante el actuar lento de las autoridades locales y de la Junta Local de Protecciòn, organismos encargados de hacer cumplir el Plan es Especial de Manejo y Protección, PEMP, documento que protege a los centros históricos declarados como el de Barichara.
Una de las mayores irregularidades en el municipio según la denunciante es que en cuestión de protección patrimonial la junta sirve a intereses particulares, no estando claro los procedimientos ni los pasos de la conformación de la misma, en donde aparecen algunas personas con serios señalamientos en procesos constructivos.
Aparicio expresó que muchas de estas irregularidades se han interpuesto ante Patrimonio Nacional y no hay sanciones ni multas para nadie, un silencio absoluto que parece se repite en todos los municipios.
“Ante la probada afectación patrimonial, vemos con suma preocupación la desatención del Ministerio de Cultura, en tanto a ocho meses del nuevo gobierno, el Viceministerio de Patrimonio continúa acéfalo y, en consecuencia, deja en manos de una Dirección de Patrimonio, de una Secretaría General y de una Jefatura Jurídica indolentes las respuestas a las quejas que a diario presentamos, quedando estas muchas veces sin resolver y en otras ocasiones mostrando un sorprendente apoyo a aquellas acciones contrarias a los PEMP y a la normatividad consignada en la Ley de Cultura”, señala parte del texto.
En otro fragmento aseguran también los firmantes que “es incomprensible la falta de criterio para proteger los centros históricos de la Nación y la falta de acciones concretas y efectivas encaminadas a controlar estos desmanes”.
Desatención total
Los casos de los otros municipios, todos como Barichara con una vocación turística muy importante, es igual de alarmante.
En Villa de Leyva, por ejemplo, a medida que aumenta el turismo descontrolado, el deterioro de los bienes materiales e inmateriales es más notorio, precisó Diana Montejo, veedora de esta comunidad.
En esta línea, la villaleyvana conto que a pesar de tener un PEMP aprobado por resolución hace más de 2 años, este documento es totalmente ignorado por las autoridades locales, tanto así que ni la junta de protección se ha conformado y las construcciones avanzan con serias contradicciones a la norma.
En Cartagena también reina la impunidad en lo que a protección del patrimonio se refiere, confesó el veedor Rafael Camacho Castillo, quien cuestionó el desorden y la falta de medidas en escándalos que fueron y son noticia nacional, como el del edificio Acuarela.
Santa Cruz de Mompox no se queda atrás. En este emblemático municipio a orillas del río Magdalena, hay una unión de situaciones que poco a poco han destruido su identidad patrimonial.
Giovanni Di Filippo Echeverri, antropólogo e historiador, explicó que los reconocimientos por parte de la Unesco y la nación al municipio, generaron un cambio en las dinámicas culturales y estructurales.
Los maestros tradicionales y las obras locales que se hacían con respeto a la arquitectura fueron cambiados por arquitectos y normas de carácter nacional, que cambiaron todo. De acuerdo con Echeverri el nombramiento de Mompox como distrito especial generó grandes recursos de orden nacional, con proyectos arquitectónicos que acabaron por ejemplo con la esencia de los tradicionales andenes coloniales.
El antropólogo dijo que el Consejo Distrital de Patrimonio de Mompox està compuesto por los mismos arquitectos y personas que se encargan de infringir las mismas, por lo que eso se convirtió en un “yo con yo”.