El exsenador petrista Gustavo Bolívar se refirió al proyecto de paz total que defiende el Gobierno de Gustavo Petro y señaló los avances y retos que tiene la Casa de Nariño en la búsqueda de la paz con diferentes grupos ilegales como el ELN, disidencias de las Farc y el Clan del Golfo.
Bolívar habló con la revista Semana y aseguró que a las guerrillas “ya les pasó el tiempo” y “se quedaron en el tren de la historia”, por lo que apuntó que, según él, siguen tratando de conseguir reivindicaciones sociales que considera que en la práctica es lo que está haciendo Petro.
“Casi que todo el programa de Petro es por lo que las guerrillas lucharon 50 años. Si ya lo estamos ejecutando, que es redimir todas estas capas de la sociedad que han estado excluidas de los derechos, uno diría: bueno, ¿por qué no entregan las armas?, ¿por qué no hacen política?”, planteó Bolívar.
Además, el excongresista señaló que el país debe “madurar” para asimilar que, por ejemplo, cabecillas del ELN terminen con una curul en el Congreso, como ocurrió con los exjefes de las extintas Farc tras la firma de los Acuerdos de Paz con el gobierno de Juan Manuel Santos.
“Mientras el país no madure, esa situación de entender que cuando un grupo se sienta a negociar es negociar y no entregarse, la situación no cambiará”, apuntó Bolívar en el medio citado.
El exsenador, que dejó el Congreso para volver al mundo de la producción de series televisivas, también señaló que el proceso para consolidar la paz total del Gobierno se dificulta porque las dinámicas de los grupos armados ilegales han cambiado a lo largo de los años.
“La motivación de la guerra del ELN es más por sus recursos naturales y por los recursos mineros, pero hoy ya vemos que también están metidos en el narcotráfico, que era algo que antes no se veía con el ELN, entonces esto es un mierdero. No se sabe en qué va a terminar, pero siento que la voluntad del presidente es indeclinable”, agregó el excongresista.
Por otra parte, Bolívar expuso que no tiene dudas de que Petro luchará por consolidar el proyecto de paz total “hasta el 7 de agosto de 2026”, día en el que concluirá su gobierno, y apuntó que el camino será espinoso especialmente porque considera que el negocio del narcotráfico “va a seguir vivo”.