El pasado viernes, durante la plenaria del Concejo de Bucaramanga, donde se debatía el tema de movilidad, se proyectaron algunos videos, entre los cuales se veía como un taxi omitió la luz roja del semáforo y arrolló a una pareja y a su bebé, que transitaban por el paso peatonal.
Tras la finalización de las imágenes, el presidente del Concejo, Javier Ayala, manifestó que estos casos “están pasando en las calles el área metropolitana de Bucaramanga. Prima la incultura, la falta de tolerancia y no se respeta ni siquiera el paso de los peatones, esto es un caos en movilidad”.
Durante su intervención, el concejal lanzó una polémica propuesta. Aseguró que es necesario implementar y “traer las fotomultas a Bucaramanga, pero no las llamemos así, porque ese nombre genera pánico, pongámosle cámaras ‘salvavidas’ o cazainfractores”.
Frente a la iniciativa, el director de Tránsito de Bucaramanga, Carlos Enrique Bueno, le confirmó al cabildante que “las cámaras son un proyecto que tenemos ya estructurado (en la Alcaldía de Bucaramanga) y que por directriz del mandatario de Bucaramanga se van a implementar para la movilidad segura”.
El funcionario explicó que estos sistemas electrónicos se usarían, en primera instancia, para detectar a conductores que no tengan SOAT, ni revisión técnico mecánica.
Bueno aclaró que “este va a ser un proyecto totalmente público, operado por la Dirección de Tránsito. Solamente se van a colocar los equipos y no habrá ninguna concesión al respecto. Esto también nos va a permitir darle trabajo a los agentes de la DTB que hoy no están en calle, que son cerca del 25 % de todo el cuerpo de alféreces”.
No obstante, la Dirección de Tránsito local no reveló la fecha, ni los lugares en los que el sistema entrará en operación.
Opiniones divididas
Los primeros en reaccionar frente a la propuesta fueron los integrantes del gremio amarillo. A través del líder de la Asociación de Taxistas del Área Metropolitana de Bucaramanga, Asotamb, Carmelo Guerrero, expresaron que “con tanto desorden de la gente de las motos, de particulares, de los ilegales, sería muy bueno que haya multas electrónicas”.
Guerrero enfatizó en que “los conductores no están respetando a las autoridades de Tránsito. Aunque hay operativos de alféreces en las calles de la ciudad, aún hacen falta, por lo menos, 200 agentes para ponerle orden a la movilidad”.
Por su parte, el líder de la Veeduría Poder Motero, José Velásquez, indicó que está de acuerdo con las fotomultas, “siempre y cuando se instalen exclusivamente en los semáforos para poner en cintura a conductores que imponen sus malas prácticas de irrespeto a las normas y a la autoridad”.
Para el vocero de los motociclistas, las infracciones más comunes son la omisión de semáforos, invasión de zonas peatonales, giros prohibidos, saltarse separadores, transitar en contravía y hasta subirse a los andenes, que en su mayoría lo cometen los motociclistas.
A su turno, el concejal Francisco González, fue enfático en afirmar que “como cabildante de Bucaramanga y también como exsecretario del Interior de Floridablanca, municipio donde tuvimos que enfrentar los abusos por la implementación de las fotomultas, debo decir que no comparto esta medida. Es una determinación que puede desbordarse en abusos contra la ciudadanía”.
González Gamboa precisó que “si se deben implementar medidas de mayores controles en semáforos, especialmente en el Centro de la ciudad. Es necesario el convenio interadministrativo para que alféreces y Policía de Tránsito trabajen de la mano con una posición firme contra los infractores, especialmente los conductores de motocicletas”.
El concejal agregó que estos controles deben complementarse con requisas, restricción de parrillero en algunas horas del día y un censo de motocicletas para establecer control al transporte informal a través de bases de datos. “Así como hace algunos días se denunció que propietarios tendrían muchos carros a su nombre, este problema debe estar mucho peor en el caso de las motocicletas”, afirmó.
En tal sentido, el concejal Cristian Reyes, consideró que Bucaramanga necesita autoridad con contundencia, “no estamos preparados para fotomultas, ni mucho menos que estén manejadas por un particular. Podríamos hablar sólo de unas cámaras ‘salvavidas’ y operadas únicamente por la Dirección de Tránsito para que no se vuelva una ‘cacería de brujas’ como lo teníamos en Floridablanca”.
Reyes Aguilar aseveró que antes de pensar en un sistema de fotodetección se deben adelantar inversiones primero en un centro de control de movilidad inteligente con nuevos semáforos en puntos críticos, sistema de conteo de vehículos, mayor cantidad de agentes de Tránsito y pasos peatonales con prelación a través de pasos semaforizados.