El sueño de Nilson Fabián Barrera Castro, un joven de 18 años, era servir a la patria. Les había manifestado a sus familiares que quería ir a prestar el servicio, seguir la carrera militar y salir adelante para ayudar a sus seres queridos, pensando en algún día tener un hijo.
Se presentó en un cantón militar, pero por una operación en el apéndice, una peritonitis, no era apto para portar el fusil y vestir el camuflado.
Nilson laboraba cuando le salía trabajo en la construcción, así se ganaba unos pesos para dormir en residencias. De vez en cuando se quedaba en las casas de sus hermanos o de algunos familiares que vivían en el barrio Campohermoso, al occidente de Bucaramanga.
Precisamente uno de ellos relató que él era consumidor de alucinógenos. Acudía al ‘Parque de la Vida’, en la calle 45 con carrera primera de la capital santandereana, a reunirse con otros jóvenes a ‘meter’ el vicio.
“Estuvo en San Camilo en rehabilitación, pero salió y volvió a recaer. Ese mundo de las drogas es muy difícil que lo dejen los jóvenes si no tienen oportunidad de trabajar en algo estable”, señaló.
La última vez que hablaron fue el jueves. Le dio 10 mil pesos para que comiera algo y se fuera a dormir temprano en la noche.
Pero quizá el dinero que le dio el hermano lo utilizó para comprar alucinógenos. Y por ese consumo encontró la muerte.
En horas de la madrugada, en la carrera 13 occidente con calle 46 del barrio Quinta Estrella, uniformados de la Policía encontraron agonizante a Nilson. No tenía documento de identificación, portaba la ‘boleta de buen trato’ del Ejército. El documento que entregan las Fuerzas Militares en el que se certifica que se presentó, pero que no fue seleccionado para el servicio militar.
En una patrulla fue trasladado al Hospital Universitario de Santander donde los médicos de urgencias confirmaron su deceso. Presentaba una herida a la altura del tórax, el cuchillo le atravesó el corazón.
En una rápida reacción policial se halló al responsable, un joven de 17 años de nacionalidad extranjera, quien fue conducido por los uniformados y dejado a disposición de un fiscal de menores.
“Manifestó haber lesionado al hoy occiso por problemas que venían presentado desde hace un tiempo”, se resaltó en el informe judicial.
Su cuerpo fue identificado por sus familiares en Medicina Legal y sólo esperan que la justicia condene al joven que le quitó la vida por problemas personales asociados con el consumo de drogas.
