De ir camino a la iglesia a acabar viviendo un infierno, así terminó Lucila Sierra Agredo luego de que en un accidente de tránsito las llantas de una tractomula le destrozaran ambas de sus piernas.
Las escalofriantes escenas que observaron los conductores que iban detrás del accidente así como los videos que rodaban por redes sociales dieron testimonio de las irremediables heridas que sufrió esta mujer, quien lo único que pudo hacer mientras llegaba la ambulancia era gritar por auxilio.
Según unos testigos y familiares que coincidencialmente estaban tres vehículos detrás de la motocicleta en donde se trasladaba Lucila como parrillera, este accidente y los escabrosos resultados fueron culpa del pésimo estado de la vía.
“La víctima iba con su hijo para una iglesia, normalmente tomaban ese camino que se conoce como ‘Paso Malo’, está ubicado por el norte de Bucaramanga la vía que conecta a Café Madrid con Girón”, explicó el familiar.
Agregó “Lo que alcanzamos a ver, es que la tractomula estaba pasando y a pocos metros iba la moto, ambos vehículos acaban de entrar a un hundimiento de la vía y cuando fue subiendo la moto, por el polvo y el barro, no calculo bien y se deslizó la moto lo que los hizo caer, el conductor alcanzó a tirarse al lado contrario de la mula, pero Lucila no”.
Cerca de 15 minutos después arribó la ambulancia que de inmediato trasladó a la agonizante mujer al Hospital Universitario de Santander, donde de inmediato ingresó a una cirugía que duró varias horas.
Solo hasta ayer en horas del mediodía fue que los familiares pudieron ingresar y conocer el estado de Lucila quien milagrosamente sigue viva y al cierre de esta edición se encuentra en proceso de recuperación.
No supo del accidente
Lo increible del hecho, y que da testimonio del pésimo estado de ese punto de la carretera, que se resume a huecos, tierra y piedras, es que el conductor de la tractomula siguió su camino sin percatarse del accidente, fue gracias al aviso de los demás conductores que le cerraron el paso, que se enteró.
“Al hombre que ya es un señor de edad, lo cerraron y le dijeron, por lo que dejó la mula parqueada y llegó al lugar a pie. Lo que dijo es que como hay tantos huecos en ese sector no sintió el impacto o se dio cuenta”, explicó el familiar.
Las autoridades de Tránsito también llegaron al sitio e hicieron el croquis de lo sucedido, así como el levantamiento de la motocicleta.
Perdió sus piernas
El precio que tuvo que pagar Lucila, quien sigue en una sala de cuidados intensivos, por andar en una vía tan dañada y peligrosa fue ambas de sus piernas.
Y uno de los familiares aseguró que ya varios miembros de su familia están siendo asesorados por abogados para interponer una acción legal ante la negativa de la entidad gubernamental correspondiente para arreglar ese sector de la vía que comunica al norte de Bucaramanga con Girón.
La comunidad decidió cerrar la vía para exigir garantías y evitar accidentes.