MILTON VELOSA ARAQUE
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Pese a que el Área Metropolitana de Bucaramanga definió que desde el pasado primero de enero la tarifa de bus convencional quedó en $2.800, algunos conductores, por voluntad propia, decidieron hacer una rebaja a este valor en las rutas que circulan por Bucaramanga, Floridablanca, Piedecuesta y Girón.
Se trata de cerca de 250 propietarios de estos vehículos que ‘subsidiarán’ $800 para motivar a la ciudadanía a que se suba al transporte público. Así las cosas, por pasaje se cobrará solo $2.000.
Al respecto, Edwin Pinzón Rodríguez, presidente de la Asociación de Propietarios de Buses Urbanos de Santander, Asitrasco, manifestó que “los propietarios, en su afán de poder continuar prestándole un servicio a la comunidad decidieron rebajar el valor del pasaje. La informalidad y las plataformas están acabando con el transporte formal y no se ve, por parte de las autoridades, acciones concretas para combatir este flagelo”.
Pinzón Rodríguez añadió que “esta iniciativa viene desde hace dos años. Los propietarios no es mucho lo que ganen, pero se ‘dan la pela’ para mantener los empleos de sus conductores y hacer los recorridos para transportar a la gente. Las empresas no hacen parte de esta decisión, porque ellas ordenan que se cobre lo estipulado por ley”.
El líder de los conductores manifestó que durante la pandemia sacar un bus a las calles era trabajar a pérdida.Advierte que se movilizaba una cifra cercana a los 100 pasajeros por día. Luego de que se tomó la decisión de rebajar el valor del recorrido, los conductores afirman que el número de pasajeros aumentó a 250 pasajeros durante la jornada diaria.
El líder de la Asociación de Propietarios de Buses Urbanos de Santander aseguró que, de acuerdo con un estudio, el transporte legal movilizaba el 30 % de los pasajeros y el otro 70 % se transportaba en vehículos informales pero con ayuda de esta estrategia la variable se invirtió y ahora los convencionales mueven a cerca del 60 % de usuarios y el restante 40 % prefiere la informalidad.
¿Qué dicen las autoridades?
En tal sentido, César Camilo Hernández, director del Área Metropolitana de Bucaramanga, expresó que los valores fijados por la Junta Metropolitana para el Transporte Público Colectivo aplican para todos los buses que prestan el servicio en el área.
El funcionario precisó que frente a esa situación de cobros por debajo del precio estipulado “se adelantan investigaciones por competencia desleal” en la prestación del servicio de transporte colectivo.
“Iniciativa para replicar”
Al ser consultado sobre el tema, el concejal de Bucaramanga, Francisco González, afirmó que “esta es una estrategia del sector privado para incentivar el uso de la legalidad y que debería ser adoptada por las alcaldías del área metropolitana. Se deben seguir generando proyectos de tarifas subsidiadas para que los pasajeros prefieran el transporte público y tengan tarifas atractivas que los hagan desistir de movilizarse a través de la informalidad”.
González Gamboa mencionó que en Bucaramanga existe un programa para subsidiar el precio del pasaje de Metrolínea a los estudiantes de instituciones públicas de estratos 1, 2 y 3 de primaria, secundaria y formación técnica, tecnológica y universitaria, que no vivan cerca a sus lugares de estudio, personas en condición de discapacidad y también a los adultos mayores de 62 años en adelante.
El cabildante destacó que “es importante que se debata la forma de que estos subsidios se hagan extensivos a toda la población para que durante algún tiempo bajen los precios y se incentive que los ciudadanos se movilicen de manera segura y haya oferta de nuevas rutas”.
Durante este año se anunció que existe un subsidio oficial de $200 a la tarifa de Metrolínea con lo que el pasaje queda en $2.800 y no en $3.000 como estaba establecido en el incremento oficial.
“‘Piratería’ sin freno”
Sin embargo, el concejal de Bucaramanga Jaime Andrés Beltrán indicó que “hay una falta de liderazgo para establecer un plan claro para salvar el transporte público. Vemos que en Bucaramanga la ‘piratería’ ya tiene cerca de 192 ‘terminalitos’ y son ellos los que controlan el transporte masivo en la ciudad, mientras las empresas se quiebran”.
Beltrán Martínez enfatizó en que “suena risible pero son los transportadores formales, que pagan impuestos y generan empleos los que están tratando de competirle a la informalidad que evade todas estas obligaciones. Hay un ‘desgobierno’ total en este sentido”.
