Conectado a máquinas que lo mantienen alejado de la muerte y con medicamentos para estabilizarlo es la situación en la que fue puesto Carlos Andrés Santamaría Flórez, de 36 años, luego de que un desconocido atentara contra su vida, y le disparara en la cabeza.
El hecho de sangre tuvo lugar en el barrio San Rafael ubicado al norte de Bucaramanga, específicamente en la carrera 15 entre calles 0 y 1, allí la víctima estaba montado en una motocicleta Suzuki Negra de placas IFK 83D, cuando otra moto pasó por ahí, a las 11:30 de la noche del lunes.
En el otro vehículo se movilizaban el cómplice como conductor y el criminal que atentó contra Carlos.
Una vez lo alcanzaron, el parrillero desenfundó un arma y la accionó en repetidas ocasiones, por lo que la comunidad de inmediato llamó a la Policía para que inspeccionara el lugar. De todas las balas que arrojaron contra Santamaría Flórez, solo una logró darle, pero para su mala fortuna, ésta terminó en su cabeza.
La víctima quedó tendida en el piso, y una vez llegaron las autoridades, alertaron a una ambulancia para que fuera atendido y trasladado lo más pronto posible a un centro asistencial.
Después de algunos tortuosos minutos, los paramédicos llegaron hasta la calle, y mientras aplicaban los primeros auxilios, le retiraron el casco de su cabeza, y observaron la herida del disparo en su cabeza.
El hombre fue trasladado hasta la clínica La Merced, pero horas después de su ingreso, los médicos de turno le aseguraron a las autoridades que, debido a la gravedad de la herida se encontraba con vida, pero con muerte cerebral.
¿Un ajuste de cuentas?
Por ahora, las autoridades continúan haciendo las indagaciones pertinentes para conocer cuál podría ser el móvil del intento de homicidio, sin embargo, debido a los antecedentes judiciales de la víctima, por ahora la hipótesis más probable sería por un ajuste de cuentas.
Carlos Santamaría había sido procesado dos veces por tráfico, fabricación o porte de estupefacientes, y por fuga de presos, además fue indiciado una vez por violencia intrafamiliar, falsedad en documento privado y violencia contra servidor público.
