Cuando una relación termina, todo el mundo sufre. Lo más notorio es que la pareja con la que se ha roto experimenta el impacto repentino y la pérdida del final de la relación.
En primer lugar, al contemplar una ruptura, uno debe reconocer que un final efectivo de la relación no es lo único que está en juego. Si ha pasado suficiente tiempo en compañía de otra persona, si ha compartido sentimientos e intimidad física o emocional, tendrá que consolidar recuerdos positivos de la relación a medida que avanza en su vida.
Si usted terminó la relación porque se enamoró de otra persona, evite hacer alarde de su nueva relación durante al menos tres meses tras la ruptura, mucho más si su relación fue larga.
La persona con la que está terminando merece lo mismo, y necesitará experimentar la ruptura de una manera que no abrume sus buenos recuerdos. Si su objetivo, al romper con él o ella de la manera más suave posible, es reconocer las partes de la relación que fueron buenas y validar esas experiencias: no sería justo ensombrecer esos recuerdos al terminar la relación de una manera hiriente.
Claro, puede ser imposible superar una ruptura sin lastimar a su pareja, pero hay algunas opciones claras que puedes tomar para mitigar este dolor.
El psicólogo Arturo Torres, especialista en terapia de pareja, ofrece algunas recomendaciones para tener claro cómo dejar a alguien sin que las personas implicadas sufran más de lo que esperado.
Los consejos
1. Dar pistas.
Antes de comunicar la decisión de terminar, es conveniente expresar el malestar que se siente en la relación, para que la otra persona pueda comprender lo que ocurre y no se sienta engañada o sorprendida. Esto facilita el proceso de aceptación y evita el rencor o la incredulidad.
2. Elegir un lugar tranquilo y solitario.
El momento de la ruptura debe ser íntimo y privado, para que ambos puedan expresar sus sentimientos sin inhibiciones ni presiones sociales. Un bar o un restaurante no son los lugares más adecuados para hacerlo, ya que pueden generar vergüenza o incomodidad.
3. No escatimar tiempo.
Una ruptura merece ser explicada bien y con detalles, no con frases cortas o ambiguas. Es bueno tener preparado un miniguión con las ideas principales a decir y su orden, sin memorizar ningún texto literalmente. Así se evitan los malentendidos y se da la oportunidad de dialogar y aclarar dudas.
4. Dejar claro el mensaje.
La ruptura debe ser comunicada de forma clara y directa, sin utilizar fórmulas poéticas ni dar rodeos constantes sin llegar al tema en cuestión. Hay que evitar las falsas esperanzas o las medias tintas, y ser honestos y firmes con lo que se siente y se quiere.
5. No culpar a nadie.
Atribuir el fracaso de una relación en el momento de dejar a alguien es desaconsejable, tanto si se culpa a la otra persona como si se asume toda la responsabilidad uno mismo. Esto solo genera más sufrimiento y resentimiento, y no ayuda a aprender de la experiencia ni a mejorar como personas.
6. Dar apoyo.
Después de dejar a alguien, hay que mostrar empatía y comprensión hacia la expareja, si esta lo necesita. Un abrazo, unas palabras amables o quedarse al lado de la persona un rato pueden ser gestos de consuelo y respeto, siempre que no se confundan con señales contradictorias o falsas expectativas.