En 1985, Wilson Mateus Rodriguez recibió su liquidación por 90 mil pesos de la época y junto a un préstamo de 500 mil pesos, logró tener el plan para abrir la tienda con más años en Lagos III.
Lo que era la verja y zona verde de la casa de su señora madre, María Concepción Rodríguez, se llenó de neveras, estantes y vitrinas que surten el mecato del sector.
“Al principio siempre anotaba lo que me faltaba y enlistaba lo que no iba a volver a pedir” relata entre risas y chanzas, don Wilson, así es conocido en el barrio.
Oriundo de Santa Helena Del Opón e hijo del primer alcalde que tuvo esta población, Carolipo Mateus, se instaló en ‘la ciudad dulce’ en búsqueda de un buen trabajo.
Antes de empezar con su tienda, trabajó de electricista y también de asistente en el almacén Ley. Sin embargo, él se jacta de que su vocación está en atender. No por nada lleva 39 años en la labor.
Para cada situación tiene un dicho que queda como anillo al dedo. Cuando le llegan con billetes 50 mil o 100 mil, no duda en decir: “¡Ole! Hoy todos están platudos”.
En su tienda, llamada la Tienda la W, no solo reposan los productos de la canasta familiar sino que también se puede encontrar el arsenal deportivo del club de fútbol de barriada Nantes.
El fútbol es un elemento importante en su negocio, debido a que se encuentra frente a la cancha de tierra de Lagos III etapa.
Dentro del local, también está exhibida una reliquia familiar, una placa procedente de Ontario, Canadá que le regaló su hermano Carolipo Junior.
A sus 60 años, pronostica que sus días siendo tendero están contados y cuando llegue la oferta ideal a la casa en la que vive con doña María Concepción, la tienda quedará en sublimes anécdotas.
De momento, los días de Mateus empiezan a las 7:00 de la mañana con la apertura de su tienda y finalizan faltando 15 para las 10:00 de la noche. Gozando de la compañía de su mamá y de sus dos perritas: Malú, una longeva schnauzer, y Bianca, la mansedumbre hecha Pitbull.
Tips tenderos
- Implemente medidas de seguridad para proteger tu negocio y a los clientes.
- Establezca alianzas con otros comercios locales para fortalecer la comunidad.
- Destine parte de las ganancias a un fondo de ahorro. Las monedas son útiles.
- Es crucial que adapte sus horarios según las necesidades de la clientela local.