Clara González es una mujer que le apuesta al arte como un espacio de sanación a través de la Casa Cultural Kussi Huayra, ubicada en el barrio San Rafael de Piedecuesta.
“Queremos generar espacios de diálogo, de encuentro, de esa gran posibilidad de reencontrarnos con ese ser creativo y sensible”, cuenta Clara sobre los espacios de expresión que ofrece esta Casa Cultural a la que a diario llegan niños y jóvenes a explorar un mundo lleno de arte.
En ‘Kussi’, como le dicen en Piedecuesta, se ofrecen clases de todo tipo y para todos los gustos. Desde talleres de arte y comunicación, clases de percusión, zancos y hasta talleres de escultura son algunos de los conocimientos que se imparten en esta casa que tiene como lema la siguiente frase: “El arte se hizo para que la verdad existiera”.
Sus inicios
La Casa Cultural Kussi Huayra nace hace 20 años junto con dos de los hermanos de Clara: Magda y Mario, quien falleció en una acción humanitaria en el Magdalena Medio. Su hermana lo recuerda como un joven poeta, actor y sensible con la vida. Luego de su fallecimiento a sus 17 años en el río Cimitarra, Clara, amigos y familia trabajan día a día para mantener viva su memoria a través del arte.
“No teníamos un norte tan definido”, recuerda Clara, quien cuenta que empezaron como papelería y luego como un café, que permitió tertulias poéticas y exposiciones artísticas. Aunque comenzó como “un lugar pequeñito” en el centro de Piedecuesta, lograron el apoyo de la comunidad que frecuentaba Kussi Huayra, lo que les permitió ampliar su local para generar obras de teatros, conciertos y ser el epicentro de artistas piedecuestanos para mostrar sus talentos.
“No ha sido fácil lograr mantener este espacio. Las condiciones para los artistas y procesos comunitarios son adversas, difíciles”, dice la fundadora de ‘Kussi’. Sin embargo, “lo más bello de hacer posible esto es encontrarse cada día con jóvenes y niños que quieren este espacio”, dice con orgullo Clara, quien también afirma que cuando estos niños y jóvenes crecen, recuerdan a ‘Kussi’ como el lugar que les brindó un espacio de felicidad y artístico.
Los abrazos y las muestras de cariño por parte de esas personas que alguna vez fueron alumnos de Clara son el motor de esta mujer para seguir generando espacios artísticos en Piedecuesta.
Para Clara, Kussi Huayra es mucho más que un espacio físico. “Nosotros acá hacemos arte para la vida, nuestro objetivo no es formar grandes artistas sino seres humanos más felices”, sostiene la fundadora de este espacio que llevan como convicción el arte para transformar y sensibilizar seres humanos.