La descontaminación del río de Oro es una deuda histórica que se tiene en el área metropolitana, desde hace varias décadas. Por eso, con una acción popular que se instauró en noviembre de 2021, pero que fue admitida solo hasta el 28 de enero de 2022, se busca que las alcaldías de Bucaramanga, Girón, Floridablanca y Piedecuesta, así como la Gobernación de Santander, Área Metropolitana de Bucaramanga, Empresa Pública de Alcantarillado de Santander y la Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga, atiendan este problema, de manera que se protejan los derechos colectivos al “goce de un ambiente sano”.
El río de Oro, si bien es uno de los más importantes de la región, ha terminado por ser prácticamente la “alcantarilla” del área metropolitana, no en vano estudios de la calidad del agua de 2015 y 2019 confirman que es uno de los ríos más contaminados del país.
Y es que lo anterior no es más que el resultado de las descargas de aguas residuales sin ningún tratamiento, así como el arrojo indiscriminado de desechos, basura, químicos, residuos tóxicos y hasta lixiviados.
Se suma también las actividades de minería ilegal y la construcción irregular de viviendas, por no decir que barrios enteros, sobre la ronda hídrica.
El representante a la Cámara por Santander, Fabián Díaz Plata, a quien el Tribunal Administrativo de Santander le envió el auto que admite la demanda popular, aseguró que son muchas las situaciones que atenta con este recurso. Otra situación preocupante es que al río de Oro desembocar en el río Lebrija también ha afectado las labores de pesca en Sabana de Torres.
“Los pescadores de Sabana de Torres nos han allegado denuncias porque ven gravemente perjudicados con ocasión a la contaminación de este afluente, pues manifiestan que esto ha provocado la emisión de olores nauseabundos, mortandad de peces y la afectación de su actividad económica, la cual depende únicamente de dicha fuente hídrica”, comunicó el congresista.
Y agregó que “los pescadores del río Lebrija aseguran que han luchado contra esta situación desde hace casi 11 años, alegando que, pese a que se han hecho múltiples visitas por parte de las respectivas autoridades ambientales, a la fecha no han podido tener una solución efectiva”.
Los demandantes esperan que este proceso avance positivamente y que se exija incluso un plan de contingencia para sacar de la “agonía” a este río.