El miércoles de esta semana la comunidad de San Gil se vio sorprendida por un hecho de violencia intrafamiliar en el que un hombre atacó con un arma blanca a su pareja sentimental y luego intentó quitarse la vida. Todo esto ante los gritos de su hija de seis años.
El hecho se presentó sobre el medio día en el barrio Portal de la Cruz y en las reacciones en redes sociales, los sangileños se preguntaban cómo podía suceder algo así.
La realidad del caso es que la violencia intrafamiliar, en especial contra las mujeres, es muy frecuente en el municipio.
En la Comisaría de Familia los casos no dejan de llegar y básicamente siempre hay denuncias de esta naturaleza. Solo este año, durante el primer trimestre, 20 personas recibieron medidas de protección, justamente por el riesgo que sus parejas o exparejas sentimentales representan.
Otros 20 aproximadamente están en el mismo proceso, dijo Aura Liliana Rojas Rodríguez, Comisaria de Familia del municipio. La funcionaria confesó que esta clase de situaciones se presentan muy a menudo.
Medidas y tiempos
La mujer agredida, quien hasta ayer aún permanecía en recuperación en un centro de salud, recibirá todo el apoyo sicológico que requiera al salir, según los protocolos de atención establecidos.
La funcionaria contó que desde el momento en que se hace lo denuncia empieza un proceso de intervención sicológica, valoraciones médicas y demás procesos que pueden tardar máximo 15 días para otorgar el amparo de protección definitivo.
“En el momento en que se recibe la denuncia se otorga una medida provisional”, destacó Rojas, invitando a todas las personas que sufren algún tipo de maltrato en sus hogares a hacer las denuncias respectivas.
Para esto, en el caso de las mujeres, está habilitada la línea 155 especializada a nivel nacional a donde pueden llamar, denunciar los hechos y recibir todo el apoyo profesional requerido, además de la línea 123 de la Policía Nacional.
El problema es que la ruta de atención no siempre funciona de la mejor manera y por la mala atención se “agranda el problema”, dijo Cindy Vargas Rojas, concejal. Ese es uno de los temas en los que el Consejo Consultivo de Mujeres trabajará en el municipio desde su posesión el próximo 22 de abril.
Falta de denuncias
Otro de los puntos claves en esta problemática es que las personas agredidas se queden calladas.
Javier Augusto Vargas, especialista en sicología clínica, explicó que hay varios factores que desafortunadamente propician el silencio.
Entre ellos, el sangileño con maestría en terapias sicológicas de tercera generación , dijo que se ha detectado cómo históricamente en el sistema de poder familiar las mujeres son más propensas a recibir el maltrato porque los hombres son los proveedores económicos; también hay un factor cultural en el que esta clase de comportamientos de maltrato de los hombres hacia las mujeres se va transmitiendo de generación en generación.
Todas estas situaciones hacen que las víctimas desarrollen la “indefensión aprehendida”, es decir, que básicamente asumen el maltrato como algo normal.
Esa misma normalización es la que tal vez hizo que esta semana después de lo sucedido, además de las manifestaciones en contra de este hecho en redes sociales, no hubo ningún tipo de movilización social contra el maltrato hacia las mujeres, un hecho que debería poner a todos a pensar y hace necesario un trabajo más fuerte de concientización, dijo Vargas.