La llegada de la Semana Santa de 2021 representa para los empresarios del sector turístico de la provincia Guanentá, el principal punto de recuperación después de un año plagado de pérdidas económicas.
Hace un año los hoteles, las empresas de viajes, operadoras de aventura, restaurantes y demás negocios relacionados con la industria turística, veían cómo por causa del COVID-19, todo lo que habían planeado para la principal temporada de vacaciones del año se perdía.
En ese momento, en un trabajo hecho por este medio, se calculó que a la economía de San Gil le dejaron de ingresar cerca de $6.000 millones por cuenta de la ausencia de turistas.
Ahora, en medio del proceso de vacunación y con la expectativa de que no suceda nada de última hora, los empresarios tienen las mejores expectativas.
“Los clientes ya están empezando a llegar”, confesó Javier Cristancho, gerente del hotel Ruitoque Campestre. Tras lo sucedido para el último fin de semana de 2020 y el fin de semana de Reyes de enero pasado, cuando la restricciones adicionales a la movilidad inesperadas hicieron caer más de la mitad de las reservas, los empresarios son optimistas, pero precavidos.
Esperando que las medidas se mantengan como están, los hoteleros prevén una ocupación alta, muy alta, hasta del 100% en algunos casos, como el de Cristancho, que tomando las precauciones pertinentes recibió pre reservas durante los últimos dos meses y solo en esta última semana, empezó a recibir el dinero a los clientes.
“Había que esperar hasta último momento, porque el año pasado y en diciembre, los cambios hicieron que las personas cancelaran y hubo necesidad de empezar los procesos de devoluciones de dinero”.
Los anuncios recientes de pico y cédula y toque de queda anunciados por la Gobernación de Santander no afectarán esta vez la movilidad, por lo menos eso es lo que cree Alba Luz Salazar Galán, propietaria de la operadora de turismo Aventura Total, para quien solo el hecho de estar abiertos y poder trabajar ya es una bendición.
“En esta Semana Santa las expectativas son muy grandes. Venimos de un año de no haber podido trabajar, con todas las deudas que genera tener una empresas, sin ningún tipo de apoyo de los bancos ni del Estado”, dijo la empresaria, confiada en que la dinámica ayude a mitigar el hueco financiero que dejó el 2020.
A pesar de las buenas expectativas, los operadores de turismo entienden que el movimiento no será igual al de otros años, por el temor de la gente a las aglomeraciones, la falta de dinero y el miedo ante el contagio.
Pero hay factores que motivan y hacen soñar a los empresarios en que la provincia guanentina esté entre los cinco destinos turísticos a nivel nacional, entre ellos está el cierre de las playas y que la mayoría de actividades ofrecidas son al aire libre.
Desde el Instituto de Cultura y Turismo de San Gil se prevé un lleno casi total, por eso recuerdan a los empresarios, la importancia de mantener los protocolos de bioseguridad.
Lida Forero Bernal, vocera de este despacho, indicó que junto con la Policía Nacional estarán muy atentos ante cualquier situación para garantizar el buen funcionamiento y la seguridad de todos.