Ya se cumplen cinco días desde que la vía a San Vicente de Chucurí se encuentra cerrada tras una serie de desprendimientos de rocas en el sector de El Tablazo, lo que trae consigo diferentes inconvenientes para los habitantes como la entrada y salida del mismo y el transporte de alimentos hacia otros municipios.
La movilidad se ha visto reducida. Por ende se ha recomendado tomar rutas alternas desde Zapatoca y través de Barrancabermeja. Sin embargo, es posible permanecer hasta tres horas en estos trayectos.
Por ello, una nueva travesía deben vivir los habitantes del sector. La habilitación de un transbordo en lancha y pequeñas embarcaciones por el embalse de Topocoro es otra opción, mucho más rápida, para llegar a este destino.
El puerto ha sido la mano derecha porque se ha podido movilizar a cerca de 200 personas diariamente hacia San Vicente, dice Mario Guarín, propietario de una lancha.
En lanchas de fibra se ha transportado a los usuarios de Copetran y Cootransmagdalena, quienes deben pagar un excedente de $5 mil.
Nelson Gómez, jefe de operaciones de la Terminal de Transporte de Bucaramanga, explica que el flujo de pasajeros se ha mantenido en normalidad, solo que subió el costo del pasaje pues los buses llegan hasta el punto afectado y allí dejan a las personas, donde posteriormente se toma el transbordo que los lleva hacia el municipio.
Las lanchas de lámina, en las que prestan más servicios, han trasladado motos, ciclas y alimentos. Para poder hacer uso de ellas se debe pagar. Si incluye una moto, se paga $20 mil, pero si lleva ‘pato’, $25 mil.
Son cerca de 15 minutos los que se tardan hasta llegar al puerto del otro extremo. A 150 metros se encuentra otro bus que finalizará el recorrido.
Esto, además, ha hecho posible el transporte de cultivos que salen del municipio. Sergio Correa, coordinador de la Asociación Hortifrutícola de Colombia en Santander, explica que los agricultores pueden sacar sus productos por este medio, pero la cantidad no supera el 25% del cargamento usual.
Los cultivadores de hortalizas como tomate, pepino cohombro y pimentón, no han podido cosechar la misma cantidad pues no se cuenta con el suficiente transporte para ello, por lo que deben recurrir a las embarcaciones. Esto ha traído consigo un sobrecosto de aproximadamente $1.500.
Los cítricos han podido esperar, pero los municipios han recibido cosechas de otros sectores, lo que ha hecho que se dé un incremento de hasta $300 por canastilla.
Correa cuenta que esta semana no será posible distribuir el mercado del jueves, y si sigue cerrada la vía, tampoco se podrán realizar las entregas del sábado. Si la otra semana no se ha habilitado el paso, se darán pérdidas mayores.
“Esperamos que cada día solo se dé un 10 o 12% de pérdidas de lo que no se cosecha ese día”, agregó.
Óscar Rodríguez, alcalde de San Vicente, manifestó que el cierre de la vía afecta principalmente al turismo y al comercio interno.
Más de 100 metros de la vía se encontraban obstruidos por pilas de piedras de gran tamaño que cayeron durante el fin de semana.
En un primer momento las autoridades se vieron optimistas ante una pronta apertura de la vía, pero por las constantes lluvias que han saturado el talud han provocado la caída de más rocas.
Por ahora hay incertidumbre sobre la reapertura de este tramo vial, ya que se mantiene la alerta por la caída de la piedras. Así lo expresó el alcalde, quien espera que se habilite el paso en aproximadamente siete días.
Restan cerca de 20 metros de escombros para determinar si es posible habilitar la movilidad, afirmó Gerardo Ríos, coordinador de Gestión del Riesgo del municipio.
Las lajas han sido removidas con maquinaria amarilla. Ingenieros, geólogos, funcionarios de la Dirección de Gestión del Riesgo de Desastres de Santander e incluso la Alcaldía de San Vicente de Chucurí, han hecho acompañamiento para verificar el estado de la calzada.
Más deslizamientos en el corredor vial
Pero esta zona ha sido blanco de emergencias ambientales en diferentes ocasiones. Por ejemplo, en noviembre de 2017 la vía Lisboa – San Vicente quedó completamente inhabilitada tras un deslizamiento de tierra que afectó 100 hectáreas, por una falla geológica en el sector llamado Peña de Oro.
La vía alterna San Vicente – Zapatoca – Girón también registró un grave daño en el kilómetro 15, pues parte del deslizamiento afectó dicha carretera.
Por otro lado, en El Ramo, en junio de 2020, toneladas de tierra cayeron sobre la calzada, lo que dejó incomunicados principalmente a los campesinos que sacan sus cosechas hacia Bucaramanga. Esto, a su vez, afectó cultivos y cerca de 20 viviendas rurales.