El Centro de Desarrollo Infantil, CDI, construido en el barrio Pablo VI de San Gil entraría en funcionamiento en 2022, después de más de 6 años de espera, tras su fallida entrega en 2015.
La infraestructura olvidada no está en tan mal estado y además de aseo y unas obras menores, como la reparación de agrietamientos en los enchapes de los lavamanos, podría ser recibida ahora por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF.
En la reunión sostenida entre funcionarios de la Gobernación, el ICBF, EnTerritorio (antes Fonade) y la Alcaldía, se firmó un acta en donde la entrega oficial del inmueble quedó supeditada a que dichos arreglos se hagan en menos de 20 días, explicó el alcalde Hermes Ortiz.
Marta Torres, directora del ICBF en Santander, dijo que esperan poder estar operando la infraestructura en corto tiempo y abrir el CDI para el beneficio de 96 niños. Si la entrega se confirma el mes próximo, el instituto tendría que empezar a trabajar en la dotación y la firma de los convenios respectivos.
Uno de ellos con la alcaldía de San Gil para que la entidad municipal se haga cargo del pago de servicios públicos, explicó el mandatario.
La obra construida en un lote cedido por parte del Colegio Nuestra Señora de la Presentación y en donde se invirtieron $1.340 millones aportados por el Fondo Financiero de Proyectos de Desarrollo (Fonade), ha sido durante años el ejemplo perfecto de la desidia y la falta de interés de las diferentes entidades del Estado.
Sin embargo, la obras para el drenaje de aguas lluvias y negras desarrolladas por la Gobernación en los últimos años habrían solucionado los problemas de humedades y filtraciones de agua por los que en un primer momento el ICBF no lo había recibido.
Ahora solo queda esperar que en noviembre se haga la entrega efectiva.