Una dolorosa situación vivió un bombero en Estados Unidos, quien fue llamado para atender un incendio y se encontró con que 8 de las 10 víctimas fatales eran sus familiares, entre ellos dos de sus hijos y tres de sus nietos.
El bombero Harold Baker recibió una llamada de emergencia el pasado viernes 5 de agosto para atender un incendio dentro de una casa en Luzerne, Pensilvania, sin imaginar que al llegar descubriría que se trataba de la vivienda de su familia.
Baker relató para el New York Times que sabía que dentro del lugar se encontraba su hijo de 19 años y su hija de 22.
“Traté de entrar lo más rápido que pude. Lo intenté tres veces y luego se dieron cuenta de quién era la casa y por qué estaba tratando de entrar allí y me sacaron”, relató en medio de su dolor Baker.
Lamentablemente las llamas en el lugar impidieron que las personas que se encontraban en el lugar pudieran ser rescatadas rápidamente y el bombero perdió a dos hijos, tres nietos, a su suegro, su cuñado y su cuñada.
“No pude entrar para salvarlos. Eso es lo más grande que me ha pasado. No pude entrar allí para salvarlos”, aseguró Baker.
De acuerdo con las autoridades, en el incendio murieron dos niños de 5 y 6 años y una niña de 7 añitos; también siete adultos de entre 19 y 79 años.
Por el momento, las causas del incendio son investigadas por las autoridades en ese lugar y el fiscal del condado de Luzerne, Sam Sanguedolce, expresó: si los jefes de bomberos determinan que la causa fue intencional e incendiaria, comenzaríamos una investigación criminal por incendio provocado”.