Nathan Sutherland admitió haber abusado sexualmente de su paciente de 29 años en las instalaciones de Phoenix, donde la habían atendido desde que tenía 3.
La víctima, que no fue identificada, padece una condición de discapacidad mental significativa debido a convulsiones que sufrió en los primeros años de su infancia, dijo su familia.
«No habla, pero tiene cierta capacidad para mover las extremidades, la cabeza y el cuello», reza un comunicado emitido a través de su abogado.
«Su hija responde a los sonidos y es capaz de hacer gestos faciales. Lo importante es que es una hija querida, aunque con una discapacidad intelectual significativa», agregó.
Un bebé sano nació en diciembre de 2019 como resultado del abuso sexual cometido por el enfermero.
El personal del centro de salud dijo que desconocía que la joven estaba embarazada hasta el momento del parto.
Las muestras de ADN de los empleados varones en el centro de atención revelaron que el enfermero Sutherland era el padre.
Inicialmente negó su responsabilidad, pero luego confesó.
El enfermero, que había trabajado en la institución desde 2012, fue encarcelado durante 10 años por un tribunal de Phoenix.
También estará sujeto a supervisión de por vida y será registrado como delincuente sexual.
Con información de AFP.