Al igual que el templo, algunas calles del lugar estaban con gigantes caudales de agua que llegaban más arriba de la rodillas y que no dejaban movilizar carros, situación que puso a los novios a pensar en otra alternativa para llegar a su boda.
La pareja se montó en una gran olla que les permitía estar resguardados del agua; además, sentados con mucha comodidad.
El utensilio que flota, era direccionado por otras personas que acompañaban a los festejados. Pese a lo sucedido, lograron llegar al templo a tiempo y unir sus vidas para siempre.
La publicación obtuvo decenas de comentarios en redes, algunos usuarios se preguntaron cómo hicieron los invitados para asistir.