La historia del estudiante brasileño Mateus Facio resulta increíble: estuvo de fiesta durante cuatro días sin darse cuenta de que le habían disparado en la cabeza, lo que le dejó una bala alojada en el cerebro.
Facio, de 21 años, celebró la Nochevieja en Cabo Frío con un balazo en el cerebro, pensando que era una piedra. Salió de fiesta en la playa, nadó y salió con amigos durante cuatro días antes de darse cuenta de que algo andaba mal.
Lo cierto es que mientras celebraba frente al mar, el joven sintió un fuerte impacto en la cabeza y notó que estaba sangrando, pero pensó que quizás alguien le había arrojado una piedra.
Al cabo de varios días, empezó a sufrir dolores de cabeza y espasmos en el brazo después de conducir 200 millas desde Río hasta su ciudad natal de Juiz de Fora.
Un médico lo atendió y le puso hielo, tras lo cual el joven continuó festejando. Permaneció dos días más en la playa sin sentir ningún tipo de incomodidad ni dolor.
La bala, que comprimía su cerebro, fue extraída con éxito por los médicos, que la enviaron a la policía para que investigara el incidente del disparo.
Flavio Falcometa, el neurocirujano que atendió al joven paciente, dijo que “esta bala estuvo muy cerca de causarle una parálisis”.
Aunque el caso ocurrió el pasado 31 de diciembre, medios locales la vienen difundiendo ampliamente en los últimos días, lo que se ha vuelto viral en redes sociales.
Solo el pasado 19 de enero, casi 20 días después, Facio volvió a salir de casa y a caminar por las calles para retomar sus actividades cotidianas.
Con información de Agencias