La alegría que transmitía un carro por la Regional con letreros y globos de color rosa, porque una Erika Rivera iba a su última quimioterapia, hace algunos días, no era ni la mitad de la felicidad que sentían los ocupantes que iban en su interior.
Erika Rivera Correa y su familia estaban emocionados y querían compartir con todo el mundo que esa lucha incansable de muchas mujeres por ganarle la batalla a esta enfermedad, en este hogar estaba a punto de ser una victoria para ellos.
Q’hubo habló con ella y nos contó con detalle de su enfermedad, que, para ella, ha sido “un regalo”.
Después de tener a su segundo hijo, hoy de 8 meses, los médicos le descubrieron un carcinoma maligno, bastante agresivo, en su seno derecho que le dio un giro a su vida. Por fortuna fue detectado a tiempo.
Es así como inició todo un tratamiento que incluía 6 sesiones de quimioterapia, pero la gran noticia es que el pasado 6 de octubre terminó y el tumor desapareció.
Por lo alto
Aunque muchos le recomendaron no seguir con el proceso por las síntomas que le generaban, ella le pidió señales a Dios y efectivamente llegaron.
Ese día se llenó de valor y salió de su casa acompañada de su esposo a las 5:00 de la mañana para llegar a tiempo. Pero cuando apenas se asomó a la entrada de la unidad en la que vive, su familia la sorprendió con globos, carteles y camisetas para celebrar este momento especial.
Su esposo, mientras ella dormía, se levantó en silencio para escribir en el vidrio de atrás del carro: “Hoy es mi última quimio, Erika”, y sorprenderla.
“Es el aliciente más grande que he tenido en mi vida, ellos han estado a la par de mi proceso, me han acompañado muchísimo, pero esta sorpresa no me la esperaba”, aseguró Erika.
El otro regalo de empatía que recibió esta mujer bellanita fue en el recorrido que hizo entre su casa y la clínica.
“Erika, tú puedes”, “te va a ir muy bien”, “eres una guerrera”, fueron algunas de las frases que recibió de motociclistas que se acercaron a su ventana después de ver su nombre en el vidrio, acompañados de pitos, aplausos y hasta gritos.
Uno de esos momentos del recorrido fue captado por el periodista Hernán Muñoz, quien lo publicó en sus redes sociales y el video se hizo viral.
Hoy, Erika quiere enviar un mensaje optimista a las personas que pasan por situaciones como estas y además, quiere generar conciencia sobre la importancia de tener buenos hábitos alimenticios.
“Para mí, esta enfermedad fue un regalo, porque pude aprender de ella y entender cuánto amor tenían las personas para mí en los momentos de crisis. Sí podemos salir a flote de la mano de Dios”, añadió.
Erika sigue adelante con su recuperación
De su tratamiento todavía falta. Está a la espera de la cirugía para eliminar cualquier rastro del cáncer y evitar que se reactive.
Es por eso que, además de los cambios en su estilo de vida, se ayuda con tratamientos alternativos de vitamina C, oxigenación y ozonoterapia, para recuperarse de los efectos de la quimio. Pero lo mejor de todo es que el camino difícil ya lo recorrió.