Mientras hay raponeros y atracadores acechando en las calles de la ciudad para robar un bolso, un celular o unos cuantos billetes, otros criminales le apuntan a robos de ‘mayor calibre’.
Prefieren hacer rondas por barrios prestigiosos, donde hay casas de personas adineradas que salen a trabajar durante todo el día.
Actúan en sigilo, valiéndose de distintas modalidades. Así quedó registrado en tres casos de hurtos a residencias que se presentaron esta semana y que sumaron más de $215 millones.
Robaron $190 millones en Nuevo Sotomayor
Luego de violentar las cerraduras de una casa ubicada en la Calle 51 con carrera 20, en el barrio Nuevo Sotomayor de Bucaramanga, los ‘pillos’ lograron llevarse un botín de $190 millones en dinero en efectivo y otros objetos. Los afectados fueron dos adultos mayores.
Se metieron a su casa cuando salió a trabajar
Al regresar de su jornada laboral, una mujer se sobresaltó al encontrar su vivienda saqueada.
Ocurrió en la carrera 22b con calle 99, en el barrio Fontana de Bucaramanga.
Los bandidos se llevaron electrodomésticos, joyas y dinero en efectivo. No aportó el avalúo.
Los dos casos se suman al registrado en un condominio, en Floridablanca.
DATO
Después del hurto a personas y el hurto a comercios, el hurto a residencias es uno de los que más afecta en el área metropolitana de Bucaramanga.
La empleada de servicio de una casa alegó ser embaucada por criminales. La convencieron de que su patrona estaba en líos jurídicos por lo que debía enviarle el dinero y joyas que había en una caja fuertes. Se robaron $23 millones.
Así roban en las residencias
Algunos se introducen por techos y azoteas de las viviendas y otros, más descarados, forcejean las cerraduras, las cuales no suelen ser tan seguras. De hecho la violación de las ‘chapas’ es una de las formas más utilizadas por los hampones para ingresar a las casas.
Los ladrones se hacen pasar por empleados de entidades o como vendedores de electrodomésticos. En muchas ocasiones, para entrar a los predios engañan el personal de servicio doméstico, (incluso algunos servidores son cómplices).
En los conjuntos cerrados los ladrones, por lo general, trabajan en complicidad con los celadores, quienes suministran información sobre la hora y llegada de los propietarios de cada una de las viviendas
