La agonía de Brayan Andrés Rico terminó el domingo en la noche. Su corazón se detuvo luego de luchar durante 12 días por mantenerse en este mundo tras ser víctima de un cruel ataque a bala cuando se encontraba en la carrera 38 con calle 204, muy cerca de la cancha del barrio La Ronda de Floridablanca.
Dos proyectiles lo impactaron y lo dejaron en delicado estado de salud.
Pese al esfuerzo del personal médico y la donación de sangre y plaquetas, este hombre de 30 años, falleció.
Familiares y amigos, quienes conservaron la esperanza de vida hasta último momento lo recuerdan como un “amigo incondicional” y claman que se haga justicia.
“Jamás decía no para ayudar un amigo. Era un excelente esposo, soy fiel testigo del amor que profesaba a su esposa y a sus hijos. Era hijo único que siempre veló por su madre nunca la dejó solita”, manifestó uno de sus allegados.
Agregó que “como ser humano era generoso, alegre, muy carismático, divertido y loco amante al fútbol de barrio”.
Brayan trabajaba como domiciliario de un restaurante chino y en pocos días celebraría su primer aniversario de casado.
“Hoy despido a un gran ser humano, un gran padre, hijo, esposo. Mi gran amigo, nos duele enormemente tu partida fue inexplicable y repentina, te recordaremos y amaremos siempre”, expresaron sus amigos.
Cruel ataque
Al parecer, Brayan se encontraba departiendo en una zona pública con varios amigos después de jugar un partido, cuando de repente la conversación fue interrumpida de manera violenta por los pistoleros que se movilizaban a bordo de una motocicleta. Lo acorralaron y le dispararon en repetidas oportunidades, dos balas lo alcanzaron.
Mientras se desplomaba y se formaba la algarabía en el sector, los agresores desaparecieron y no dejaron rastro. Quienes se encontraban con él, en medio del desespero, comenzaron una ‘carrera contra la muerte’ buscando ayuda para salvarlo.
La víctima se mantuvo consciente y clamaba por su vida. Como pudieron, lo embarcaron en un vehículo y lo trasladaron hasta un centro hospitalario del municipio, donde se reportó su deceso el domingo en la noche.
“A Brayan le arrebataron la vida sin razón ni temor de Dios”, dijeron sus amigos.
