Leidy Sofía Mantilla Ballesteros y Alberth Adrián Medina Pabón están devastados. Alberth Jr., el mayor de sus hijos, fue asesinado en medio de un ataque a bala cuando se encontraba trabajando en un taller de mecánica en Ecuador. La muerte lo ‘sorprendió’ muy joven, lejos de su tierra y sus seres queridos.
Tenía solo 19 años y ‘se fue’ sin poder cumplir sus más grandes sueños: brindarle mejor calidad de vida a su familia y ser un reconocido boxeador. Era oriundo de Bucaramanga y hace un mes viajó al vecino país en busca de mejores oportunidades, pero las cosas no habrían resultado como lo esperaba y cuatro días antes de su regreso fue una de las tres víctimas mortales de un atentado que, al parecer, iba dirigido hacia uno de sus clientes.
Ese sábado, 18 de junio, Alberth Adrián junto con su amigo Jordin Sebastián le estaban arreglando la moto a un sujeto a quien, al parecer, estarían siguiendo los sicarios. Ellos no sabían, los tomaron por sorpresa. Dos hombres entraron de manera violenta al local de mecánica y abrieron fuego a todo lo que se les atravesara. Alberth y Jordin se encontraban en el ‘lugar equivocado’ y ‘pagaron con su vida’ aquella vil venganza que iría contra la tercera víctima.
Jordin, de 27 años y el joven de 19, no lograron huir. Fueron alcanzados por los proyectiles. Uno de esos habría ‘hecho blanco’ en la cabeza de Alberth. Los tres murieron de manera instantánea.
En busca de un sueño
Alberth Adrián era un joven alegre, sociable, sin vicios. Hace cuatro años mostró su inclinación por el boxeo y pertenecía en Bucaramanga a un club deportivo que lo llevó a ganar varios reconocimientos. Soñaba con convertirse en un gran deportista.
Sin embargo, mientras llegaba ese día, buscaba recursos para ayudar a su mamá y a su pequeña hermana de 10 años, trabajaba en un taller despinchando llantas en un horario agotador.
Hace un mes, el papá de su amigo Jordin, quien se radicó hace aproximadamente un año junto con su familia en Ecuador, vino a Colombia y Alberth en su afán de buscar ingresos económicos se fue con él. Además esperaba consolidarse como boxeador y ‘cruzar fronteras’, pero un problema de salud lo habría hecho cambiar de parecer. El frío que por esta temporada ‘golpea’ el país vecino le estaba afectando los pulmones.
El sábado muy temprano habló por teléfono con su progenitora y le prometió que llegaría el martes, pues ya había reunido lo del pasaje.
Sin embargo, horas después, A Leidy se le ‘derrumbó el mundo’ cuando recibió una llamada devastadora por parte de uno de los hermanos de Jordin. Con su voz entrecortada le decía que habían matado a su hermano y a Alberth. Ese día su vida cambió para siempre y por ahora solo quiere darle el último adiós a su ‘bebé’.
Piden ayuda
Leidy Sofía Mantilla Ballesteros llora de manera inconsolable la pérdida de su ‘bebé’, quien aún se encuentra en el país andino. Ella debe reunir siete millones de pesos aproximadamente para cumplir con el trámite de repatriación.
A la mujer le duele el corazón, su alma está destrozada, el daño es irreparable. Hasta el sábado guardaba la esperanza de volver a verlo. Los planes de abrazarlo y consentirlo tuvieron que ser aplazados para siempre. Su padre movido por el desespero emprendió ayer un viaje doloroso para Ecuador.
Leidy pide ayuda a la ciudadanía, pues no cuentan con los recursos necesarios para costear todo el proceso y anhela darle cristiana sepultura a su hijo lo más pronto posible. Ella vive en el barrio Villa Rosa, en el norte de Bucaramanga. Las personas interesadas en brindarle ayuda y conocer su caso, pueden comunicarse al 311 4875544.