La familia de Pedro Pablo Mejía Flórez presintió lo peor cuando el hombre de 34 años los contactaba para pedir un revólver. Decía que lo necesitaba con urgencia.
Al parecer, estaba atravesando problemas judiciales que lo tenían sumido en la desesperación, según relataron sus seres queridos.
Pedro vivía atormentado pero nunca imaginaron que tomaría un impulso fatal.
La mañana del miércoles un hermano decidió ir a buscarlo a su casa, en el barrio Nuevo Girón. Pedro no contestaba las llamadas, no respondía los mensajes.
Cuando ingresó al inmueble se encontró con la lamentable escena. Pedro estaba muerto.
Su cuerpo estaba tendido sobre una colchoneta. Al lado había un vaso con un líquido que sería veneno.
Pronto corrió la voz de la tragedia en la manzaba B del barrio. La confirmaron cuando llegaron los agentes del CTI y sacaron su cuerpo por el callejón hasta llevarlo al necromóvil. Oraban por el occiso quien se ganaba la vida vendiendo empanadas.
¡No está solo!
Las autoridades recuerdan que algunas ocasiones los problemas pueden hacer creer que la vida no tiene sentido o no vale la pena vivirla, no olvide que es posible superar este malestar y está bien buscar apoyo en otras personas; búsquelo en un familiar, un amigo. También puede comunicarse con la Línea de Primeros Auxilios Emocionales 6076970000, extensiones 1114, 1287 ó 1283 o al 3174402158.