Sicarios de la banda de microtráfico ‘Los de San Rafa’, al mando del temido alias ‘Pichi’, serían los autores del doble homicidio que causó horror la noche del
jueves en el barrio Villa Helena, en la comuna 1 de Bucaramanga.
Los ‘parches’ de Villa Helena reconocieron a los matones que llegaron al barrio en una moto. El estruendo del chirrido de la máquina acelerando y la plomacera se sintieron en varias calles.
Desde el barrio Villa Rosa iban persiguiendo a Juan Sebastián Morales Rodríguez, de 19 años. No pararían hasta fulminarlo.
Sebastián Morales vivía en uno de los ranchitos de la calle 15 AN, se dirigía para allá con un ‘compinche’ cuando vio de frente a la mismísima ‘muerte’. Los tipos se le aparecieron y le apuntaron con el arma.
Varios casquillos de bala caían al piso. Los pistoleros por fin hicieron ‘blanco’ en su ‘objetivo’. Cuatro de las balas percutidas le atravesaron el pecho y las piernas.
Una bala perdida los dejó sin su ‘Esperanza’
Una inocente, una víctima, fue alcanzada por esa violencia desmedida sin tener nada que ver en el asunto.
Esperanza Calderón Naranjo, de 63 años, estaba sentada en un andén afuera de su casa cuando fue alcanzada por uno de los proyectiles.
La bala rebotó en la pared y luego la impactó a ella, en la cabeza.Los gritos eran desgarradores, sus hijos, los vecinos, todo un tumulto rodeó a Esperanza.
En apuro la subieron a un vehículo particular. En el mismo carro llevaban también a Sebastián, pero no alcanzaron a llegar con vida al Hospital del Norte. Murieron en el camino.Al llegar al centro hospitalario confirmaron que ya no tenían signos vitales.
No hay nada que repare el dolor de los familiares de Esperanza. Vivió gran parte de su vida en Villa Helena, donde crió a sus seis hijos y los sacó adelante con mucho esfuerzo. Aún a su edad trabajaba, era una mujer llena de vitalidad. Hacía turnos en un restaurante del barrio San Miguel. La trágica partida de Doña Esperanza le dolió a todo el barrio.
La génesis de la violencia
Con la recaptura de Óscar Camargo Ríos, alias ‘Pichi’ en septiembre de 2018, alias ‘Poporro’-quién era el hombre de confianza de ‘Pichi-, trató de tomar las riendas para controlar el expendio de drogas en gran parte del norte de Bucaramanga. Eso generó una ruptura entre la banda y varios integrantes de ‘Los de San Rafael’ se fueron a ‘Los del Sur’ con ‘Poporro’. Desde entonces se ‘cantó’ la guerra a muerte entre las pandillas por acaparar el poder del microtráfico. En la disputa por el control del territorio también se suma otra banda conocida como ‘Los de Villa Rosa’. Aún las autoridades no confirman si Sebastián haría parte de alguno de estos grupos de delincuencia, pero en el sector es un ‘secreto a voces’ de que lo mataron por líos que tienen que ver con vicio. Van cuatro años de una sedienta venganza, muchas muertes y violencia desbordada por una de las zonas más apetecidas para el comercio de droga.
