El hombre habría sido señalado por varias menores de ser un ‘desalmado’ abusador sexual quien se aprovechaba de su inocencia para violarlas.
Rondaba por los alrededores de los colegios de la capital santandereana, donde las esperaba de manera paciente.
Según el relato de algunas de las víctimas, las amenazaba con un arma blanca y las obligaba a montarse a la moto. Las amenazaba de muerte. Ellas accedían y las llevaba hasta una residencia, donde cometía toda clase de vejámenes. En algunos casos pagaba por habitaciones y las obligaba a que se comportaran como su novia para no levantar sospecha de los administradores.
Una vez adentro, las insultaba y les decía que el día anterior había hecho lo mismo con otra menor. Las abusaba y al salir les daba 30 mil pesos.
Poco a poco se fueron conociendo las denuncias; sin embargo, se desconocía la identidad de este ‘monstruo’ de los colegios. Pero las autoridades no se daban por vencidas.
Con las pistas dadas, los comenzaron a indagar y a recolectar información que los llevó a conocer su perfil y saber dónde vivía. Se recolectaron más de 20 videos de los sitios adonde llevaba a las niñas. En las imágenes se vio al hombre y la moto que utilizaba: una suzuki negra. Esta fue una evidencia ‘clave’, que los llevó hasta el ‘depravado’.
La máquina estaba a nombre de una mujer quien negó conocerlo, pero que terminó siendo su compañera sentimental. Cuando le preguntaron aseguró que alquilaba la moto por 20 mil pesos y que desconocía al hombre que la conducía; sin embargo, los agentes siguieron indagando y luego de un rastreo minucioso hallaron pruebas contundentes en redes sociales. Las fotos los delataron y al parecer, tendrían una relación de muchos años atrás.
Con este material se reconstruyó la identidad del sujeto y durante día y noche le siguieron los pasos y llegaron hasta el barrio Don Bosco de Bucaramanga, donde su familia lo escondía. Tras un allanamiento con ‘todos los juguetes’, el hombre logró escaparse por la parte trasera de la vivienda.
Pero su rostro ya se había divulgado por todos los sistemas y finalmente cayó cuando viajó a Cúcuta y pretendía salir del país.
Fue capturado por las autoridades bolivarianas y se espera que en los próximos días retorne a Bucaramanga para que enfrente un proceso judicial.
De acuerdo con la información recolectada, el hombre tendría un prontuario extenso y sus víctimas era niñas preferiblemente de 12 años.
