Un sentido homenaje y acompañamiento hicieron los garroteros a la familia migrante que vivió la peor de sus tragedias el pasado jueves 12 de mayo debido a la ola invernal que afectó en varias zonas rurales del municipio, entre esas, Mesitas de San Javier, donde vivían las pequeñas.
Defensa Civil de Piedecuesta, estudiantes, profesores, vecinos, allegados y comunidad en general, hicieron calle de honor al carro que transportaba el féretro llevando globos blancos en sus manos.
La historia de la tragedia
Hace cinco años una pareja de esposos, oriundos de Venezuela, se radicaron junto con sus tres hijas en la vereda Mesitas de San Javier, en la vía hacia La Mesa de Los Santos.
Rápidamente se ganaron el cariño y estima de los pobladores por ser trabajadores, humildes y muy serviciales.
Esa misma familia vivió la peor de sus tragedias la madrugada del jueves cuando dos de las niñas quedaron atrapadas entre grandes rocas que cayeron con una gran cantidad de tierra, al ‘ranchito’ en el que vivían.
Ocurrió hacia las 3:00 a. m. La familia dormía cuando una gran masa de tierra que deslizó de una montaña, empujó una gigantesca roca que cayó sobre el techo de zinc.
Lea también: En hechos confusos un joven fue asesinado en Floridablanca.
Desesperados los padres corrieron por las casas vecinas a clamar por ayuda para sus pequeñas.
Unidades de Gestión del Riesgo de Piedecuesta, Defensa Civil, Bomberos y rescatistas de Ponalsar acudieron pronto al llamado de emergencia que hizo la comunidad.
La menor de diez años fue la primera víctima fatal. Quedó sepultada con la piedra.
Su hermanita mayor, de trece años, fue rescatada con vida aunque estaba muy malherida. Sufrió varias fracturas en sus extremidades inferiores.
Fue ingresada a urgencias del HIC de Piedecuesta donde los médicos lucharon durante horas porque sobreviviera. Pero hacia el mediodía confirmaron su lamentable fallecimiento.
“La casa estaba ubicada en la ladera en unas condiciones difíciles. El deslizamiento fue menor, pero vino acompañado por una roca grande que se desprendió y cayó sobre la habitación donde se encontraban las menores y ocasiona la emergencia”, informó el ingeniero William Javier Niño, director de Gestión del Riesgo de Piedecuesta.
No estarán desprotegidos
Al devastador suceso por la trágica pérdida, la familia migrante debe enfrentar ahora el suplicio de buscar un nuevo hogar.
No tenían cómo lidiar con los gastos fúnebres, mucho menos para pagar un arriendo.
El ingeniero Niño confirmó a Q’hubo que junto con la Administración Municipal de Piedecuesta se apoyó a la familia con los costos del sepelio de las niñas.
También se les brindará un subsidio de arriendo y serán reubicados. Falta el acompañamiento psicosocial que también se está gestionando”, agregó Niño.