Con un gesto tierno y a la vez triste, Fabián Jaimes recuerda a su sobrina de 14 años como una niña alegre, calmada, trabajadora con la casa y con muchas ganas de salir adelante. Ella fue una de las víctimas fatales del accidente de tránsito en el municipio de San Andrés, el martes en la tarde.
Su familia está destrozada. Él era el encargado de recibir el cuerpo en Medicina Legal de Bucaramanga. Y mientras adelantaba este trámite aseguró que a pesar de su corta edad ya conocía las labores del campo: era una experta recolectando café. Cursaba séptimo grado en el Instituto Agrícola Laguna de Ortices y estaba contenta porque después de un mes de esperar por fin comenzaba a funcionar la ruta escolar. Antes, debido a la distancia extensa de su casa al plantel educativo, una profesora le brindaba el hospedaje.
La terrible noticia comenzó a extenderse a las 3:30 de la tarde por el municipio. La buseta de placas SRY-939 en la que se movilizaban 23 personas, se salió de la vía y rodó más de 200 metros. Aún se desconocen las causas del siniestro, pero las consecuencias fueron trágicas. En total, fueron seis niños fallecidos entre los 11 y 15 años y 17 heridos, incluyendo el conductor.
‘Murieron las esperanzas’
Raúl Gómez, tío materno de otra de las víctimas, estaba desde muy temprano esperando que el cuerpo de su niño de 12 años llegara en uno de los dos carros fúnebres. Vive en Piedecuesta y por la cercanía fue él quien arribó hasta Medicina Legal mientras llegaban sus nonos con quienes vivía el pequeño desde hace tres meses en San Andrés. Sus padres residen en Antioquia, pero apenas se enteraron quedaron devastados. Ayer en la mañana venían viajando hacia Bucaramanga y se esperaba que llegaran en la noche.
“Ellos vinieron en diciembre y el niño pidió que lo dejaran donde los abuelos, porque quería estudiar allá, estaba muy entusiasmado y con lo de la ruta del transporte estaba muy contento, porque estaba con sus compañeros”, manifestó Gómez con su voz entrecortada.
Pidió a las autoridades que se investiguen cuáles fueron las causas y “que alguien responda, porque visiblemente se ve que era una buseta vieja y que había salido de circulación hace mucho tiempo. Esto no puede quedar impune. No entendemos cómo ponen un carro viejo a prestar ese servicio”.
Un primo de este pequeño quien también iba en el mismo transporte, tuvo el mismo destino fatal. Ambos ingresaron a las 10:00 de la mañana a Medicina Legal.
Una tragedia familiar
Fanny Yamile Jaimes era la mamá de un niño de 13 años que murió en el accidente y de una menor de 10 años que espera por una cirugía en el Hospital de Málaga. Era el primer día de la ruta de bus. Los niños estaban felices y entusiasmados porque no tenían que caminar 40 minutos para llegar al colegio.
Ella aún no sale del asombro, combinado con tristeza y desesperanza, tras la llamada que a las 3:30 de la tarde del 22 de marzo le cambió la vida.
“Una profesora me llama. Me dice que salga de una hacia la Laguna (de Ortices), que ocurrió un accidente y mis hijos están ahí”, cuenta con la voz débil.
En el bus escolar, que cumplía su primer recorrido, venían dos de los tres hijos de la familia Jerez Jaimes, un niño de 13 años y una niña de 10.
Cuando Fanny llegó al lugar vio al conductor, desolado, descompuesto, preocupado. “Me dijo que iba a filo de la orilla y que el bus le ganó. No le salían más palabras”.
Y es que según cuenta la mujer, por esta zona solo hay espacio para un vehículo, y si a eso se le suma el gran tamaño del bus escolar, el peligro se hizo mayor.
“No sé si fue falla del bus. Pero es muy raro que sufra un accidente el primer día. La gente le preguntaba al conductor qué pasó y él solo decía “la buseta me pudo. No fui capaz de tenerla”. No fue una zona con curvas, entonces quizá el abismo le ganó”, comentó Jaimes.
Ya en la zona, la mujer recuerda que salió corriendo y bajó la loma. Pero cuando llegó a donde yacía el bus, encontró a su hijo muerto.
“Ellos (los niños) estaban muy contentos porque ya no tenían que caminar para ir al colegio. Se podían gastan 30 o 40 minutos en ese trayecto pero con la buseta se lo ahorraban. Entonces estaban entusiasmados”, recuerda la mujer.
De su hijo, que cursaba octavo grado, recuerda que quería graduarse de bachillerato para ir a Bucaramanga a buscar trabajo.
De su hija, quien ya está estable en el hospital García Rovira, de Málaga, dice que ahora le falta una cirugía porque tiene una extremidad afectada.
Por ahora espera que su hija se recupere satisfactoriamente y que se esclarezcan las dudas del fatal accidente que le quitó a su hijo mayor.
Primera indagaciones
Con el paso de las horas se iban conociendo más detalles sobre este trágico accidente en Santander. Según el gobernador Mauricio Aguilar, “las primeras indagaciones apuntan a que en estos dos kilómetros al parecer hubo un percance, se apagó, estamos en investigaciones. De ahí rodó 300 metros”
Agregó que “el conductor fue remitido desde el lugar de los hecho al hospital de Málaga. Esperamos que sean las autoridades competentes las que se apersones del caso”.
Los fallecidos en el accidente fueron un menor de 15 años y dos más de 14, estudiantes de noveno grado del Colegio Instituto Integrado Laguna De Ortices, al igual que un joven de 13 años que cursaba octavo grado.
Un estudiante de 12 años del grado séptimo también murió en el accidente, el niño vivía en el sector Alto San Pedro. Otro menor de 11 años también perdió la vida.
La Fiscalía investiga
La Dirección de Fiscalías de Santander abrió una investigación para determinar cuáles fueron las causas del accidente que cobró la vida de seis niños y dejó a 17 más con heridas de consideración en la vía a San Andrés, Santander, el pasado martes en la tarde.
“Hemos destacado un fiscal, un grupo de investigadores y técnicos para que con apoyo de la Policía Nacional se puedan adelantar las investigaciones que correspondan y determinar cuáles fueron las causas que motivaron este lamentable accidente de tránsito”, aseguró el director Seccional de Santander, Oliden Riaño Acelas.
Según versiones preliminares, el accidente se habría producido por fallas mecánicas o por fallas en la vía.
Parte médico
Frank Serrato Roa, director Médico del HIC, reveló que el martes en la noche “llegaron dos menores, uno de 12 y otro de 15 años que fueron valorados y no se encontraron signos de gravedad, están con politraumatismos y múltiples contusiones pero con las evaluaciones pudimos determinar que no revisten gravedad ni requieren intervenciones quirúrgicas”.
Así mismo, informó que ayer, hacia las 6:30 a.m. ingresó una menor de 10 años en estado crítico.
“Se pasó directamente a la Unidad de Cuidado Intensivo Pediátrica, la tenemos con politraumatismo y trauma craneoencefálico severo y algunas fracturas principalmente en ambas clavículas. Por el momento no requiere cirugía y está recibiendo toda la atención en cuidado intensivo para mantener su estabilidad y esperar a que evolucione”, dijo el médico.
Hacia las 4:00 de la tarde ingresó al HIC otra de las menores de 7 años. Anoche se encontraba en valoración.
“La buseta no tenía permiso para prestar servicio escolar”
La Superintendencia de Transporte reveló que la buseta de placas SRY-939, que cayó a un abismo en zona rural de San Andrés, Santander, no contaba con los documentos necesarios para prestar el servicio escolar.
Según la entidad aunque sí cuenta con el Soat y el certificado de pólizas y revisión técnico-mecánica vigente, no tenía la tarjeta de operación obligatoria para prestar este tipo de servicio.
El vehículo modelo 98, que quedó totalmente destruido tenía registro de haberse accidentado en 2007 y 2008, pero a la fecha no contaba con comparendos.
Por norma general, esta clase de siniestros son del conocimiento de la autoridad local quien, según corresponda, será la encargada de la investigación administrativa.