Las contundentes pruebas de violencia sexual halladas durante la necropsia de Julieth Johanna Álvarez Mejía, la joven asesinada y abandonada en una maleta en Bucaramanga, el pasado 14 de enero, sumadas a las declaraciones juramentadas sobre el comportamiento del confeso homicida, Edwin Yesid Medina Ardila en su entorno social, fueron clave para que la Fiscalía realizara la adición de imputación por el delito de feminicidio agravado, que no aceptó.
Por estos cargos podrá enfrentar una condena entre 40 y 50 años; sin posibilidad de rebaja de pena. “Me siento muy contenta de que el caso de Julieth no haya quedado así, la verdad se hizo justicia”, manifestó Paola Púa, una de las amigas de la joven de 22 años.
Agregó que “no la vamos a olvidar ya que se caracterizaba por ser una niña alegre, hiperactiva, sociable y su sonrisa era única, muchas personas la llevaremos en el corazón, gracias a Dios el caso de Julieth no quedó así”. El atroz crimen fue perpetrado con sevicia y crueldad. Las primeras versiones, las cuales fueron desmentidas por los allegados de Julieth, apuntarían a que Edwin Yesid Medina Ardila -de acuerdo con la investigación- el viernes en la madrugada se desplazó hasta el Parque Centenario de Bucaramanga en busca de una trabajadora sexual.
Allí la habría contactado y se fueron para su apartamento. Sobre las 5:00 a. m. del viernes el hombre, sin razón alguna y aparentemente bajo los efectos de sustancias psicoactivas, la habría asfixiado. Materializado el crimen, el cadáver de la joven estuvo casi 12 horas en el apartamento. A las 5:30 p. m. el agresor lo acomodó en posición fetal y lo escondió en una maleta.
En vista de que era muy pesada, llamó a un amigo para que le ayudara a cargar la maleta, con la excusa de que se trataba de escombros y la dejaron en la calle.
Asustado, después que comenzó a correr por redes el mensaje de que habían hallado un cadáver en una maleta en el Parque Bolívar, muy cerca de la residencia del sospechoso, aquel vecino lo delató. “Me alegro que le hayan imputado el delito de feminicidio pues es lo mínimo que merece mi niña ella fue una de las tantas chicas que los buitres de la sociedad usó, abusó y masacró, me da paz saber que la justicia cumplió”, comentó Ofelia Chinchilla, quien se convirtió, en su protectora durante casi 8 años.
¿Quién es el capturado?
Edwin Yesid Medina Ardila fue capturado horas después de que un habitante de calle descubriera la macabra escena dentro de una maleta abandonada en la carrera 22 con calle 39 de Bucaramanga. Luego de confesar el crimen, la Fiscalía le imputó cargos por el delito de homicidio agravado en concurso heterogéneo con ocultamiento, alteración o destrucción de pruebas y enviado a la cárcel. El hoy procesado perteneció a la Policía Nacional durante 7 años, pero en 2017 fue retirado de la institución por llevar actos no acordes con la disciplina. Se desempeñaba como patrullero en Bogotá.