Edwin García Gutiérrez disfrutaba su rol como papá. Estaba entusiasmado y proyectado ser el mejor ejemplo para sus pequeños, tal como lo fue su papá para él, de quién aprendió su oficio como electricista.
Era un buen conductor, afirman sus conocidos ahora sumidos en el desconsuelo ante el trágico accidente que cobró su vida.
¿Cómo ocurrió?
Hacia el mediodía, Edwing tomó prestada la motocicleta de un amigo, quería dar una vuelta.
Apenas salía del pueblo, cuando iba en la curva del kilómetro 73, al parecer, perdió el control del velocípedo y chocó contra una cerca.
Varios conductores que se percataron del siniestro detuvieron la marcha de inmediato, pero no hubo ni siquiera oportunidad de auxiliarlo, falleció de inmediato por los múltiples traumas.
Varios conductores que se percataron del siniestro detuvieron la marcha de inmediato, pero no hubo ni siquiera oportunidad de auxiliarlo, falleció de inmediato por los múltiples traumas.
Los oibanos lamentan su súbita muerte, él y su familia eran conocidos y queridos en el pueblo por la labor que con tanta dedicación desempeñaban. Será un Domingo de Ramos que se perpetuará, que jamás olvidarán.