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Amenazan de muerte a testigos de la Fiscalía en caso de corrupción contra Richard Aguilar

A los esposos Claudia Toledo y Lenin Pardo les ha llegado a su residencia unos sufragios con el mensaje “de sapos está lleno el cementerio”. La pareja es testigo ante la Fiscalía en la investigación por una presunta red de corrupción en la Gobernación de Santander, cuando Richard Aguilar Villa era gobernador.

Claudia Toledo, la ex secretaria de Infraestructura de Santander en la administración de Richard Aguilar Villa, y su esposo Lenin Pardo, excontratista de la Gobernación de Santander, denunciaron a Vanguardia que a su casa llegó un paquete que contenía sufragios y mensajes de amenaza.

En dicho paquete venía una tarjeta de condolencia en la que se pide súplicas por el alma de Claudia Toledo.

Además se incluyó una hoja con el mensaje en letras rojas: “De sapos está lleno el cementerio. Si quiere asistir al funeral de Alejandro y Sara (hijos de la pareja) siga abriendo la boca”.

Los hijos Pardo Toledo tienen 22 y 12 años.

En un audio, la ex secretaria de Infraestructura asegura que han sido objeto de múltiples amenazas, mediante llamadas telefónicas, seguimiento personal a ellos y a sus hijos.

“En este caso hay una menor de edad, por Dios. Esto ya es demasiado preocupante. Ayer recibimos el sufragio que dice que si quiero asistir al funeral de nuestros hijos, siga abriendo la boca. Es intimidante y atemorizante. Lo único que desean es querernos callar y no seguir declarando sobre estas personas que como nosotros hemos sido responsables de unos actos de corrupción”, dijo Toledo.

Al respecto, Lenin Pardo indicó que la situación derivado del proceso de investigación ha sido muy difícil y les han negado protección.

“Hemos denunciado las amenazas que nos han hechos. Todo es muy preocupante. Los seguimientos a nuestros hijos, que pregunten por ellas. Incluso un carro nos cerró y casi nos hacen estrellar. Ruego que revisen el caso para asegurar la protección para nuestras hijas”, comentó.

El caso

El reforzamiento del estadio Alfonso López fue una de las últimas ‘megaobras’ contratadas por la administración de Aguilar Villa. Este contrato terminó convirtiéndose en la ‘caja de Pandora’ sobre la red de corrupción que existía en la administración de Aguilar Villa, que hoy tiene al exgobernador respondiendo ante la justicia.

Según la información recaudada por la Fiscalía y la Corte, al igual que en otras licitaciones, el “staff de infraestructura” de la administración Aguilar se puso en marcha para lograr que el millonario contrato de las obras del estadio ($22 mil millones con adiciones) le fuera adjudicado a Octavio Reyes Sarmiento, amigo personal del exgobernador Hugo Aguilar, como lo había ordenado Julián Jaramillo.

Para tal fin, desde la administración Aguilar le suministró de manera anticipada el presupuesto que definiría el gobierno departamental para las obras del estadio y así Octavio Reyes elaborara el pliego de condiciones ajustado a su propio beneficio. Tarea que le fue encomendada a Andrea Carolina Núñez Castellanos, secretaria de Ingream SAS, empresa perteneciente a Octavio Reyes.

La propia secretaria de Ingream, Andrea Carolina Núñez reconoció ante la Corte que el presupuesto de obra del estadio le fue entregado a su jefe, Octavio Reyes, mucho antes de que el proceso licitatorio iniciara.

Además del contrato del estadio, Ingream, participando en consorcios, recibió otros seis contratos con la Gobernación todos durante la administración de Richard Aguilar por valor de $800 millones. Además de los contratos por cerca de mil millones recibidos por la Esant, gerenciada en ese entonces por Edwin Ballesteros.

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