Para los allegados de Pablo Wilman Mondragón ha sido difícil llevar la pena por su muerte. Durante los últimos días han sufrido la pérdida de dos familiares más. Aunque ha sido en diferentes condiciones, son golpes fuertes para los Mondragón Alvarado.
Pablo recibió un disparo mortal en el pecho de manos de un vecino después de una fuerte discusión en la Manzana Dos del barrio Miradores de la UIS de Bucaramanga, cerca de la casa 12.
Ocurrió el pasado 2 de febrero. Por el caso, ese mismo día, fue capturado un hombre de 57 años quien no opuso resistencia ante las autoridades.
Fue procesado y la Fiscalía le imputó cargos por su presunta responsabilidad por el delito de homicidio simple así como porte ilegal de armas de fuego. Luego de ser llevado a las audiencias preliminares, lo dejaron -por ahora- en libertad; sin embargo, queda vinculado al proceso de investigación hasta que dicten una sentencia.
Los residentes del sector, aunque lamentaron lo ocurrido, celebraron la decisión tomada hasta el momento, pues insisten que actuó en legítima defensa y que el presunto agresor siempre ha trabajado por el bien de la comunidad.
Diferente piensan quienes amaban a Pablo, pues aseguran que nada justifica este crimen, “porque se pudo solucionar de otra manera, no es justo que una persona acabe con la vida de otra así”. Aseguran que un abogado ya está al frente del caso y esperan que se haga justicia.
“Somos personas de bien, trabajadoras, sencillas. Nunca le conocimos una actitud agresiva a Pablo como dicen y lo poco que tenía se lo ganó con el sudor de su frente”, expresó su ser querido.
¿Cómo fue que terminó muerto?
Eran las 8:00 de la mañana, cuando, al parecer, Pablo habría atacado a su vecino por la espalda con un cuchillo y aquel -en su afán de defenderse- corrió hasta su vivienda, buscó un arma de fuego que tenía guardada, salió y la usó.
Los residentes quedaron paralizados al ver semejante escena. Auxiliaron a Pablo y reportaron el hecho ante las autoridades. A los pocos la Policía llegó y lo trasladó hasta la Clínica La Merced, pero su corazón dejó de latir mientras recibía atención médica.
El problema habría comenzado la noche anterior cuando Pablo le habría pedido, de mala forma al otro hombre – según los vecinos- que corriera un material de construcción que dejaron en un parqueadero.
“Pablo lo gritó y el señor le respondió muy calmado que eso se podía solucionar, pero al rato Pablo llegó con un cuchillo y lo amenazó. El vecino se entró a la casa y no volvió a salir. Pablo lo seguía ofendiendo”, narró uno de los testigos.
Cuando todos pensaban que las cosas habían terminado ocurrió la fatalidad. Al otro día muy temprano, Pablo estaría esperando al vecino para atacarlo….
