Ayer en la tarde se confirmó el hallazgo de su cuerpecito, en área del municipio de Jordán, hasta donde los rescatistas llegaron para recuperarlo.
Aquella tabla naranja de inmovilización era enorme para el pequeño que regresaba con los suyos para un último adiós.
Mientras, Robinson, su padre, con el alma hecha pedazos decidió hacer una grabación en representación de su familia, para expresar entre sollozos, ante todo su gratitud por aquellos que no se rindieron en la búsqueda.
“Gracias a la Policía Nacional, a la Defensa Civil, a los Bomberos, a todas las personas de Pescadero que se metieron al río y pusieron hasta en riesgo sus vidas por entregarnos a nuestro niño. Dios los bendiga.
“Lo encontramos como no queríamos, pero lo encontramos, no lo dejamos allá”. Su quebranto era imposible de ocultar.
Agradeció también todos los mensajes de aliento para él y su esposa, como también bendijo a quienes los “tildaron de irresponsables y de malos padres. Se les hace fácil juzgar, pero no saben cómo éramos de padres.
“No sean así, antes de decir algo pónganse un segundo en los zapatos de la persona que están sufriendo”, concluyó Robinson, con el corazón en la mano.