Primero, cuando todo era fiesta y alegría cerca de las 8:30 p.m., manos empuñaron armas blancas para dejar sin vida a Stiguar Rodríguez.
Se cree que el joven de 20 años venía caminado por la avenida principal del barrio El Consuelo hacia donde su hermano mayor, que reside a unas cuadras, cuando en la calle 13A con carrera 19 se cruzó con un enemigo.
“Como que se acababa de cortar el pelo, de pronto venía a bañarse donde el hermano, porque el que lo peluqueó llegó a preguntarlo poco después a la casa”, explicó Pedro, su tío político.
Sin embargo, la riña que lo ‘emboscó’ en el camino dio ocasión para que lo cortaran varias veces: dos en el pecho, una en la espalda y otra detrás de la oreja izquierda.
De una quedó tendido en la vía. Quienes lo distinguían habrían alertado a sus allegados para que lo llevaran como hasta la Clínica de Girón. Pero no sobrevivió para ver un año nuevo.
Doble sufrimiento
Pero la suerte fue aún más oscura para esta familia. Juan David Rodríguez Rojas de 18 años, hermano menor de Stiguar, fue atacado casi a la misma hora, cerca de su lugar de residencia en el barrio Villa de Los Caballeros.
El joven habría estado con su abuela en El Consuelo para pedir apoyo con unos medicamentos porque se sentía enfermo, según su tío Pedro.
Luego un hermano mayor, quien es guardia de seguridad, acercó a Juan David en moto hasta la Villa para seguir derecho a su trabajo, confiado en que su hermanito estaba seguro en casa.
“Lo que pasa es que el muchacho volvió a salir con un amigo que le dijo que fueran a la tienda. Cuando regresaba alguien lo apuñaló por la espalda, no se supo quién”, narró Pedro.
Aunque no vio al agresor, este alcanzó a perforarle un pulmón, por lo cual el joven se mantuvo entre difíciles respiraciones mientras caminaba lo poco que le quedaba para volver a la vivienda.
“De ahí la mamá se lo llevó a la clínica de Girón y lo trasladaron al Hospital Internacional de Colombia en Piedecuesta por lo grave de las heridas”.
Cuando Pedro llamó desde El Consuelo para informar sobre el crimen contra Stiguar, la familia en Villa de Los Caballeros contó lo que acababa de ocurrir: un segundo ataque.
A diferencia de su hermano, Juan David sí pudo ser estabilizado de su herida y estaría intubado a la espera de recuperarse en el centro asistencial; pero ambas situaciones duelen en lo profundo para los Rodríguez.
