Dentro de aquel local conocido como ‘El Tango’, Méndez y su oponente al parecer ‘bailaron al ritmo’ de los odios, animados por los tragos que ‘tenían’ en la cabeza.
Una versión entregada por las autoridades indica que habrían sido temas económicos los que ocasionaron la gresca, que incluyó el uso de armas cortopunzantes en una peligrosa situación de intolerancia.
Con la tensión palpable en el aire, el enemigo del ‘Ñoño’ – como apodarían a Miguel Antonio – logró alcanzarlo en un movimiento rápido, ocasionándole una cortada justo en el cuello.
Luego de sentir aquel filo pasando por su humanidad y la muerte ‘pisándole los talones’, Méndez Ríos habría recibido ayuda para salir del establecimiento y llegar hasta el Hospital Héctor Abad Gómez.
Allí recibió los primeros auxilios necesarios para estabilizarlo, pero la lesión fue tan grave que los médicos optaron por remitirlo hacia Barrancabermeja, a la Clínica La Magdalena.
En este centro asistencial finalmente habría quedado fuera de peligro, según el reporte oficial, aunque con la necesidad de guardar reposo para su recuperación. Lo grave es que los hechos de intolerancia no cesan.