Con canciones que hacían alusión a la paz y globos de color ‘pureza’, recordaron a las víctimas mientras hacían un recorrido desde la vereda La Primavera en el corregimiento de Puerto Olaya en Cimitarra, Santander, donde ambos residían.
Desde allí se desplazaron hasta el cementerio La Dolorosa en Puerto Berrío, en el último adiós para Carlos Manuel y Juan Andrés, conocidos por ser “muchachos de casa, buenos estudiantes, hijos y ciudadanos ejemplares”.
Es por eso que ‘no cabe en la cabeza’ que alguien los alcanzara en el Puente Monumental (que conecta a los dos departamentos), para dispararles mientras se desplazaban en moto de regreso a La Primavera, tras hacer unas compras el pasado 1 de enero.
En el sepelio se rechazaron estos actos violentos, teniendo en cuenta que en lo corrido del año van cuatro muertes violentas en Puerto Berrío.