Al parecer, hacia la 1:20 de la tarde de ayer llegaba de hacer un servicio en su vehículo Duster blanco con placas TTV-390, desde el Aeropuerto Internacional Palonegro en Lebrija, pero al parecer venía palideciendo.
Se presume que una punzada al pecho lo traía en sufrimiento durante el camino y estaba buscando una entidad prestadora de salud (EPS) para que lo auxiliaran. No obstante, antes de ubicar alguna, el aire comenzó a faltarle.
Entonces se percató de que en el parque estaba el bus del Hemocentro recolectando donaciones de sangre y caminó como pudo hasta allí, con la esperanza de que el personal de salud pudiera hacer algo.
Oswaldo llegó apenas para desplomarse ante los profesionales y, a pesar de que intentaron reanimarlo, su corazón no quiso trabajar más y partió a la eternidad.
Pronto ubicaron a su familia, que llegó a las afueras del bus para la larga espera, mientras se lograba la certificación de su muerte natural para iniciar resignados su proceso con la funeraria. Solo quedó el adiós.