Provenían de una óptica de la cuadra así que el hombre decidió acercarse a echar un vistazo.
Un bandido había logrado violentar la seguridad del establecimiento y entrar de manera fácil por uno de los ventanales.
Al estar revolcando y tumbando todo para ver qué botín se llevaba, fue sorprendido por el guardia.
En el desespero porque no lo atrapara, salió de apuro por dónde había entrado, pero esta vez quedó atrapado en el marco de la puerta de vidrio. Sufrió varias cortadas intentándolo.
Por más que intentaba zafarse, no lo conseguía. No pudo hacer más sino pedir clemencia al vigilante para lo que ayudara a salir.
Pero el celador prefirió solicitar la ayuda de Bomberos y también a la Policía para que lo capturaran.
Al rato acudió el Cuerpo de Bomberos de Bucaramanga con una herramienta especial para quitar el metal y pudiera salir.
Quedó libre pero no en libertad. De inmediato patrulleros de la Policía lo capturaron y lo llevaron a la Estación para su judicialización.
Debe responder por el delito de hurto y daño a bien ajeno.
No es la primera vez que los bomberos tienen que acudir al rescate de criminales a quienes no les sale bien la ‘vuelta’.
Finalizando agosto, en el norte de Bucaramanga un hombre terminó de cabeza, atrapado en una reja luego de que, al parecer, huyera de la Policía luego de robar a una mujer.
