Desde ese momento se convirtió en un verdadero ‘milagro’. Su historia fue insólita en Santander; sin embargo, la dicha no duró mucho. Durante 13 días batalló contra la muerte, no se daba por vencido, pero debido a la gravedad de las heridas que le causaron los golpes, el protagonista de esta historia de esperanza, partió de este mundo para siempre.
Sus seres queridos se reunieron ayer para darle cristiana sepultura pues sin duda dejó huella en sus corazones y en los de sus coterráneos, quienes aún no salen del asombro.
Dramático accidente
Todo ocurrió el 29 de agosto cuando Ácevedo, quien era un reconocido comerciante se movilizaba por la vía Zapatoca – Bucaramanga en una motocicleta con César Rueda, un compañero. Cuando iban por el sector de Nuevo Girón perdieron el control de la máquina y chocaron contra un bus intermunicipal.
Cayeron a la carretera. Quedaron inconscientes, malheridos y con mútiples traumas.
Fueron llevados hasta un centro hospitalario, ambos entraron de inmediato a la UCI pero a los minutos confirmaron la muerte de Álvarito.
La noticia devastó a sus familiares. Pero en la mañana cuando esperaban recibir el cuerpo les dijeron que en realidad no había muerto.
“El hospital había confirmado que había fallecido pero cuando lo llevaban a la morgue, mostró signos vitales.
“Álvarito resucitó, es algo realmente sorprendente”, comentó en ese momento un allegado.
De inmediato Acevedo fue ingresado de nuevo a la UCI. Sin embargo, casi dos semanas después, perdió la batalla y falleció.
