Karen Pacheco fue la última novia a quien el estilista profesional Nelson López, de 41 años, habría arreglado para lucir hermosa en su matrimonio, el pasado fin de semana.
Y mientras ella disfrutaba uno de los momentos más importantes de su vida a Nelson la desdicha lo ‘carcomía’. Se habría mostrado ‘apagado’ y cabizbajo, contrario a lo que acostumbraba: un hombre sonriente, dicharachero.
El lunes en la noche, la tristeza y la confusión terminaron perturbando su mente, tanto que tomó la nefasta decisión de acabar con su existencia, alejado de todos los que lo conocían.
Se internó, desde muy temprano en una zona boscosa a orillas del Río de Oro, por el balneario San Gabriel, sector La Colina en el barrio Cabecera de Piedecuesta.
Allí fue hallado horas después, suspendido de un árbol. Aunque la rama estaba partida, Nelson habría permanecido colgado el tiempo suficiente para que el aire dejara de llegar a sus pulmones.
La noticia tomó por sorpresa a los residentes del barrio Palermo, donde era reconocido por su trabajo impecable. Las mujeres eran sus principales clientas.
Sus amigos no saben cuánto tiempo llevaba sufriendo. Al parecer nunca ‘exteriorizó’ sus problemas. Algunos lamentan que no pudieron ayudarlo.
“Era una persona alegre, trabajadora, profesional en su arte de estilista.
“Era servicial, atento y siempre estaba dispuesto a ayudar a los demás. Se caracterizaba por ser carismático”, manifestó Tatiana Delgado, cliente y amiga.
Las deudas lo atormentaron
Conocidos de Nelson aseguran que su deceso estaría relacionado con problemas económicos, ya que tenía cuentas pendientes con varios ‘pagadiarios’.
Quienes asistían a su peluquería señalan que estos cobradores lo visitaban de manera continua. “Salía uno y entraba el otro”, comentaron.
Sin embargo, la duda quedará para sus allegados porque nunca contó cuáles serían los problemas que lo aquejaban y lo llevaron a acabar con su vida.
De seguro Susy y Milagros, sus amadas perras Pincher serán las que más lo extrañarán. Quizá aún esperan que regrese. Eran inseparables.