Una de las zonas más álgidas y transitadas del centro de Bucaramanga fue escenario de un atroz crimen. La esquina de la calle 37 con carrera 15 se manchó de sangre ayer al mediodía. Hasta los jugadores de ‘dónde está la bolita’ quedaron perplejos ante la mortal riña que se desató entre un hombre y una mujer a mitad de la vía. En segundos, una puñalada artera segó la vida de Rodolfo Chaparro Orduz, de 58 años. La presunta homicida fue capturada de inmediato, entre rumores de quienes decían que “se hace la loca”.
¿Qué pasó?
Decenas de transeúntes fueron testigos de los insultos entre ambos; sin embargo, ninguno se atrevió a asegurar cuál habría sido la verdadera razón por la que ambos se atacaron a plena luz del día. Algunos especulan que el asesinato se cometió por una deuda de $10 mil.
“Ella venía corriendo desde la 34, buscándolo. El cuchillo lo traía envuelto en una toalla naranja. Se gritaron, la gente se amontó… cuando vimos que Marlene le pegó la puñalada”.
Fue horroroso. El cuello de Chaparro ‘estalló’; la sangre parecía hervir, burbujeaba, botaba su existencia sin parar.
“¡La vieja lo mató, la vieja lo mató!” se oía desde todos los ángulos. Los escalones de aquella araña metálica que abre sus patas en las cuatro esquinas estaban atiborrados.
La Policía estaba cerca. Llegó casi de inmediato, igual que los paramédicos que trataron de brindarle primeros auxilios a Rodolfo para detener el sangrado. Y enseguida lo trasladaron hacia un centro asistencial, con la esperanza de salvarlo. Pero una hemorragia de esas no la paran ni en la puerta de un hospital.
¿Quién es la vendedora?
La mujer que empuñó el puñal asesino sería ‘Marlene’ una veterana vendedora de mangos.Durante años se ha desempeñado en el mundo informal. Sería reconocida por su temperamento fuerte. Algunos aseguran que no es la primera vez que hiere con arma blanca a una persona y que por lo general sus problemas los arregla a cuchillo, si es necesario, a muerte.