Llevaba tres días trabajando como obrero en una mina de la Vereda El Platanal de Capitanejo, Santander, ingresó a los socavones y a los pocos minutos apareció muerto. La inhalación de un gas lo mató casi de inmediato.
Ocurrió el miércoles hacia las 3:00 de la tarde en la mina El Escobal 1.
Willington, de 35 años, era el encargado de manejar una grúa. En horas de almuerzo fue a los túneles a buscar unas herramientas. Nadie sabía que había entrado, lo habrían alertado de que bajo ningún motivo lo hiciera.
José Crisóstomo Cetina Hernández, administrador de La Escoba y hermano de la víctima, fue quien encontró a Willington tendido e inconsciente. De inmediato emitieron la emergencia.
Una patrulla de la Policía se desplazó al lugar con ambulancia y personal médico del Hospital San Bartolomé de Capitanejo para prestarle los primeros auxilios a Cetina, pero era demasiado tarde, su vida se había fugado.
¿Pero cómo ocurrió?
“Él no sabía que no podía entrar a esa hora, cuando no había personal; las labores estaban detenidas. Como no era su área de trabajo, no tenía conocimientos que el compresor de aire estaba apagado y terminó inhalando un gas que lo mató” indicaron en el reporte las autoridades.
“El compresor debía estar encendido normal, porque éste regula el oxígeno y saca los gases de la mina; entonces ya sea que haya una alta concentración de CO2 , o exista otro tipo de gases H2s u otras cosas , es un alto riesgo que no haya un flujo de aire confiable con el compresor apagado”.
Explicó Jesús Navarro, Ingeniero de petróleos.
Willington vivía con su madre, trabajaba en una ferretería antes de ser empleado por su hermano en la mina.