Mientras Omar Cañas Páez recolectaba dinero para ayudar a la humilde familia de su hermana Ludy Amparo, quien se debatía entre la vida la muerte en el Hospital Universitario de Santander, HUS, ella empeoraba.
No mostró mejoría luego de sufrir un terrible accidente en la vía San Gil – Bucaramanga el 8 de julio y su deceso fue inevitable.
“Era una excelente hija, madre, esposa y hermana. Amaba mucho a su mamá, era muy bondadosa. La vamos a extrañar, porque a pesar de su corta edad dejó muchos recuerdos”, manifestó un familiar.
Ludy Amparo era ama de casa y tenía dos pequeños hijos de 4 y 7 años. Llevaba 6 años casada.
Vivía en el Alto de la Esperanza de San Gil, en el kilómetro 9 vía a Mogotes, en la vereda Hoya de Monas.
“Era una mujer alegre y permanecerá siempre en nuestro corazones”.
El siniestro
Ludy Amparo, de 23 años, quedó herida de gravedad cerca al Monumento del Agua. Iba como parrillera en una motocicleta que chocó de frente contra otro moto que, al parecer, quiso adelantar por el carril contrario.
Cañas sufrió un trauma craneoencefálico severo, múltiples laceraciones y politraumatismos.
El golpe la dejó inconsciente y fue trasladada a urgencia al Hospital de San Gil en la ambulancia AsisMedic y remitida al centro asistencial del Socorro y debido a la complejidad de las lesiones fue remitida a la ‘Ciudad Bonita’.
Desde ese momento, Omar emprendió la campaña para la donación de dinero y mercado para su familia de escasos recursos. Ahora la responsabilidad es mucho mayor, porque sus pequeños quedan solos.
