De acuerdo con el informe conocido por Q’hubo, que fue elaborado por el Grupo contra Atracos de la Sijin de la Policía Metropolitana de Bucaramanga, Mebuc, el hurto ocurrió a las 9:32 a.m. de este martes 23 de julio, en el local 207 del centro comercial San José Plaza, donde se encuentra la Joyería Franco, en el barrio Ricaurte de Bucaramanga.
Terminado el inventario de los propietarios del lugar y de acuerdo con la información que manejan los investigadores, fueron $100 millones el botín que se llevaron los delincuentes, dos de los asaltantes disfrazados como policías y uno más como empleado de Servientrega.
En el informe inicial se indicó que las joyas robadas todas eran de oro, representadas así: “una bandeja de cadenas de oro de 40 y 45 gramos; tres bandejas de anillos; cuatro bandejas de topos y candongas; y dos cajas que contenían anillos”. Varias de las lujosas piezas tenían incrustadas piedras preciosas.
Los testigos presenciales del atraco a mano armada fueron tres empleados, la administradora y el guarda de seguridad, este último sufrió una herida abierta en la cabeza por el golpe con un arma de fuego, lesión que no era de gravedad. Además, al vigilante le hurtaron un revólver calibre 38 corto y está afiliado a la empresa de Seguridad Defender.
También se destaca que dos de los empleados y la administradora son naturales de la ciudad de Cúcuta.
La versión de las víctimas
Los empleados de la joyería les manifestaron a los investigadores que se encontraban en su jornada laboral habitual cuando llegaron al establecimiento dos personas vestidas como policías.
“Ingresan con armas de fuego e intimidan y golpean al vigilante. Les dicen que no se muevan y llegan tres sujetos más”, contaron los trabajadores.
Uno de los asaltantes tenía una chaqueta verde de la empresa Servientrega que con otro cómplice saltan la vitrina y se llevan las joyas de oro en un costal.
Solo cargaron con ese bulto y bajaron por las escaleras que conducen a la carrera 17 C.
Abajo en la calle, en vía pública, los esperaban cuatro motocicletas con sus respectivos conductores, “una XTZ 150 color azul; una YBR color negro con rojo; una RX 115 color negro; y una Pulsar NS 200 color negro”.
Se movilizaron hasta la calle 59A donde los esperaba un vehículo Hyundai Accent, color gris. Allí entregan el costal con el botín.
La Sijin cuenta con videos de cámaras de seguridad, las entrevistas de los testigos, la fijación fotográfica y la exploración lofoscópica (huellas), adelantada por la unidad móvil de criminalística.
Además del hallazgo de un teléfono celular que fue entregado a los uniformados y que pertenecería a uno de los delincuentes y que se convierte en una pieza clave para dar con la banda conformada por cerca de diez hombres que habrían participado adentro y afuera de la joyería.