Sentado en una silla de una farmacia en el municipio de San Gil, Santander, quedó el cuerpo sin vida de un hombre de 35 años.
La información recopilada por las autoridades señala que esta persona llegó sobre las 8:00 a.m. de este martes, 17 de julio, a este establecimiento, que se ubica sobre la calle 11 con carrera 9 de la capital guanentina.
El hombre, según indicaron los testigos, pidió una botella de agua y se sentó a tomársela. Segundos después, se desmayó y, por su propio peso, se cayó de la silla.
Las personas que atendían la droguería procedieron a auxiliar a este ciudadano, sentándolo de nuevo en la silla y brindándole las primeras atenciones.
Tras presenciar la gravedad del asunto, dieron aviso a los paramédicos para que urgentemente fuera llevado en una ambulancia a un centro médico.
Sin embargo, al llegar se evidenció que esta persona no tenía signos vitales y había sufrido una muerte fulminante.
“Todo fue muy rápido el señor llegó, se sentó y se murió. Una persona joven, no tiene ni 40 años. Dios lo tenga en su gloria”, indicó una transeúnte que presenció lo sucedido.
El cuerpo fue cubierto con una sábana y la Policía realizó el acordonamiento para que nadie entrara a la farmacia mientras se llevaba a cabo el respectivo levantamiento.
Según información entregada a las autoridades por los familiares del occiso, de quien se conoció venía de la ciudad de Bogotá, él sufría una patología médica y se cree que este deceso fue por causas naturales.
Será el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses el encargado de establecer las causas exactas del fallecimiento de este hombre de 35 años.