En el dossier que poco a poco ha descubierto la Policía sobre los nexos de Oscar Daniel Robayo Silva, de 31 años, acribillado por sicarios en la carrera 34 con calle 51 de Cabecera del Llano, habría un poderoso negocio de drogas que ha pasado fronteras y que incluso vincula a un hermano del hoy occiso.
En el vehículo donde fue asesinado, a Robayo Silva le hallaron varias envolturas con pastillas de la nueva droga que se mercadea en la rumba de Bucaramanga: cocaína rosada y azul o Tusi.
Tusi es la denominación callejera para una droga fabricada en pequeñas cocinas urbanas, de bajo costo de producción por su soporte en medicamentos de venta libre, sin posología ni receta.
Una realidad que bordea la ficción escenificada en la laureada serie “Breaking Bad”, donde un profesor de química consciente de que moriría pronto por un cáncer, se dedica a amasar fortuna ‘cocinando’ metanfetaminas en su coche casa.
Para el caso de Colombia, el Tusi se fabrica con cocaína, anfetaminas, ketamina, benzodiasepinas, rivotril, clorazepan y otras drogas mezcladas con colorantes y saborizantes para bajar el impacto al gusto por la amargura; actúa tanto a nivel cerebral (alterando el estado mental) así como en el comportamiento de las personas.
‘Narcolazos familiares’
Oscar Daniel estaría vinculado con ese negocio, así como su hermano Juan Sebastián Robayo, al tráfico de Crispy a nivel internacional. De hecho, organismos de inteligencia tienen indicios de que quizá el crimen tenga que ver con amenazas recibidas por la caída de un cargamento de 51 kilos de este alucinógeno en Barinas, Venezuela, el 21 de abril pasado. La Policía Bolivariana de Barinas dijo que agentes adscritos adscritos a la Dirección de Acciones Estratégicas y Tácticas (DAET) “lograron la incautación de 199 empaques con droga: cripy”.
Medios locales de prensa informaron que eran 51 kilogramos incautados en un vehículo en un procedimiento llevado a cabo en la Troncal 005, diagonal a la construcción del nuevo terminal de pasajeros.
Los uniformados habrían avistado a tres sujetos que se desplazaban en un automóvil Ford Fiesta color gris de placas AB7E36EF, quienes mostraron una actitud nerviosa al ver a los efectivos.
“En un asiento y zona trasera del vehículo, en la maletera, hallaron 199 envoltorios elaborados con material sintético transparente, con una presunta droga denominada Crispy.
“Los detenidos fueron identificados como Júnior Camilo Carrillo Osorio, de 24 años; Jairo Humberto Cuéllar Ríos, de 33; y Juan Sebastián Robayo, quienes fueron puestos a la orden de la Fiscalía 14 del Ministerio Público”.
En la edición del 21 de abril, la prensa especifica que “el alijo provenía de Colombia con destino al interior del país”.
Robayo permanecía detenido, pero estaría negociando con la Policía Bolivariana, lo que prevé que podría estar libre y en Colombia en poco tiempo.
Han pasado casi dos meses y medio desde la detención, pero ya no se reencontrará con su hermano jamás.