Alistando sus maletas para partir en un vuelo desde el aeropuerto Palonegro a Panamá y de ahí a los Estados Unidos se encuentran Enio Peña y Paula Andrea Contreras, los padres de María Paula Peña Contreras, la joven de 27 años de edad que el pasado 24 de junio fue brutalmente atacada por dos perros American Bully XL, que eran sus mascotas.
Los padres, que residen en Girón, obtuvieron la visa de ingreso a suelo norteamericano después de adelantar campañas en redes sociales y a través de medios de comunicación.
Saldrán a las 6 de la mañana de este viernes 12 de julio y viajarán cerca de 12 horas ya que deberán permanecer por un tiempo en Panamá hasta tomar otro vuelo a California.
“Ellos llegarán a la casa donde se quedaba mi hermana. Gracias a Dios y a la colaboración de conocidos, amigos y otras personas reunimos para los gastos. Lo más importante es que mi hermana se recupere ya en compañía de mis papás”, señaló Marcela Peña, la hermana de la joven.
“Me siento bendecida”
María Paula habló en las últimas horas desde el Hospital John Muir Health ubicado en la comunidad de Walnut Creek, California.
Desde el centro médico agradeció el apoyo y espera pronto la llegada de sus padres para continuar con el proceso de recuperación.
“Quería darles las gracias por todo el apoyo que nos han brindado, me siento bendecida por esa segunda oportunidad de vida y estar aquí. Yo estoy recuperándome, no ha sido fácil, ya quiero que mis papás estén aquí conmigo porque los necesito, mi alma los anhela y necesito ayuda para levantarme y caminar”, dijo María Paula Peña.
Así fue el brutal ataque
El pasado lunes 24 de junio, María Paula Peña Contreras, una joven santandereana de 27 años de edad, que lleva seis años en suelo norteamericano, fue brutalmente atacada por dos perros American Bully XL.
A las 8:30 p. m., llegó de su trabajo como niñera a descansar en su vivienda en el estado de California. Se acercó a los dos perros, que eran sus mascotas, y la atacaron de manera violenta.
“La mordieron, ella los rechazó, los empujó, y uno de los perros se le lanzó y le agarró el seno, y comenzó el ataque porque la comenzaron a arrastrar, ella gritaba ayuda en inglés, llegó la policía y ella solicitó que les dispararan y fue la única forma”, relató Enio Peña, padre de la santandereana.
Los perros la atacaron en el cuello, en los senos, brazos, la espalda, los glúteos y las manos; solo se salvó la cara porque ella se protegía con los brazos.
Además de las graves heridas que le provocaron las dos mascotas, lucha contra tres bacterias y múltiples dolores que la mantienen muy delicada.